En el pleno de control celebrado el pasado 7 de febrero, el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado preguntó a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, sobre los avances que estaba dando el Gobierno central para garantizar la accesibilidad universal en los servicios ferroviarios de cercanías en Euskadi.

En su intervención, Sánchez respondió refiriéndose, únicamente, a las inversiones realizadas y en marcha para la adaptación de algunas estaciones e, incluso, avanzó el compromiso de ampliar la prueba piloto de rampas móviles para subir y bajar de los trenes de la que disfruta, desde 2018, la orduñesa María Luisa Goikoetxea en la línea C-3 que comunica Orduña, ciudad donde vive, con Bilbao, a donde acude a sesiones de rehabilitación para recuperarse de las secuelas físicas producidas por un ictus y que la obligan a desplazarse con un scooter adaptado. “Sin embargo, no hizo ninguna referencia al material rodante que le solicitábamos. Las únicas unidades capaces de garantizar el acceso universal son los UT-s CIVIA, modelo que no circula en ninguna de las líneas de cercanías de Euskadi”, critica la formación jeltzale en el Senado.

Nueva petición por moción

Ante la falta de una respuesta clara a su interpelación, EAJ-PNV en el Senado ha registrado y presentado una moción que será debatida hoy en el pleno de la cámara y que incide, de nuevo, en la obligación de “garantizar el acceso universal de todas las personas al transporte, permitiendo así su inclusión social, económica y cultural”.

En la iniciativa solicita al Gobierno central “garantizar la accesibilidad universal en el transporte ferroviario de cercanías, tanto en las estaciones como en el material rodante” y ofrecer “a las personas con movilidad reducida la información necesaria, en formato accesible, sobre las condiciones de accesibilidad y en especial, de la frecuencia y horarios de las unidades y trenes accesibles”.

Así mismo, demanda asegurar “hasta la llegada del nuevo material rodante, un mínimo de unidades o trenes accesibles (CIVIA) en todas las líneas de cercanías ferroviarias operadas por Renfe que permitan un acceso autónomo, sin necesidad de rampas, en las estaciones ya adaptadas, desde el andén al tren”. Y también pide “presentar, en el plazo de 3 meses, un plan de accesibilidad, con cronograma y dotación presupuestaria suficiente, en aras a garantizar que todas las líneas de cercanías dispongan de material rodante accesible desde el andén en las estaciones ya adaptadas”.