El oasis de mariposas puesto en marcha el pasado año por el Taller Gallarreta de Abanto Zierbena en colaboración con la asociación estatal Zerynthia, pretende favorecer la estancia, cría y proliferación de estos insectos lepidópteros y otros insectos polinizadores al tiempo que ofrece a los usuarios del taller de trabajo protegido de Meatzaldea una ocupación no laboral que colabora con los objetivos recogidos en su certificación ambiental ISO 14.000. “Meter el espacio que ocupa nuestro huerto corporativo dentro de la red de oasis para mariposas constituye un hecho más dentro del compromiso que tiene Gallarreta para la mejora y sensibilización en materia medioambiental".

Los oasis para mariposas pueden ser aquellos terrenos naturales o antropizados que mediante unas pautas sencillas de mantenimiento y de uso del espacio ayuden a la conservación y proliferación de estos animales que han ido desapareciendo de nuestros pueblos y ciudades y que curiosamente son un gran biondicador”, señala Asier Balentzia, impulsor del proyecto abantoarra que se desarrolla en una parcela de 2 hectáreas situadas en la parte trasera del taller Gallarreta y cuyo cuidado corre a cargo de una docena de usuarios y usuarias voluntarias que se preocupan de que el oasis sea lo “más natural posible”. Las mariposas tienen muchos aspectos interesantes tanto por su belleza intrínseca como por constituirse como buenos indicadores de la calidad medioambiental y de la salud de los ecosistemas. “La condición bioindicadora de las mariposas se debe a su sensibilidad al clima y a las condiciones locales de composición y estructura de la vegetación. Ello, unido a su limitada capacidad dispersiva y a la corta duración de sus ciclos vitales, hace que reaccionen rápidamente a los cambios ambientales. Además son un elemento muy importante en las cadenas tróficas y resultan fundamentales para muchas especies de aves, murciélagos y mamíferos insectívoros”, remarcan desde la asociación Zerynthia, asesora del Gobierno vasco en el control de estas poblaciones en Euskadi y que otorgó al oasis de Gallarreta el número 281 de sus estaciones estatales de seguimiento de ejemplares.

Concienciación

No es sin embargo el oasis de mariposas el único proyecto o actividad de concienciación y de mejora medioambiental desarrollado por Gallarreta durante los últimos años. Así, tomaron parte dentro del Proyecto Libera en la limpieza del tramo del río Granada a su paso por el Horno de Calcinación, de donde sacaron más de 700 kilos de basura del río y colaboraron en la recogida y limpieza de botellas plásticas de entornos naturales y su reutilización para crear trampas para las avispas asiáticas (Vespa velutina). Del mismo modo participaron en la construcción y colocación en Abanto y Muskiz de cajas-nido para mochuelo europeo (Athene noctua) y lechuza blanca (Tyto alba).

Una labor medioambiental que también tiene su reflejo en la propia marcha del taller de empleo protegido donde sus usuarios reciben formaciones medioambientales para la reducción de plásticos, para tener hábitos más saludables, para una correcta diferenciación de residuos… Cuidar del futuro de las mariposas como la kardu vanesa, makaon, lirio tximeleta o la kolibri sitsa resulta una tarea educativa y muy divertida.

“Para atraer a las mariposas adultas son necesarias flores que les proporcionen néctar. Se alimentan de ellas con sus larga espiritrompa y gracias a ello ayudan con la polinización de multitud de plantas, transportando el polen que queda pegado en su cuerpo. Las orugas también necesitan plantas concretas para alimentarse y crecer en oasis como el de Gallarreta”, explican.