Fue en el pleno ordinario de marzo de 2022 cuando el Ayuntamiento de Durango habilitó una partida presupuestaria para encarar la última fase de la construcción del vial de Urki-Hegoalde que unirá el barrio de Tabira con la rotonda de Montorreta, junto a la empresa Ona y el supermercado Alcampo. Casi un año después, los trabajos de construcción de la cuarta y última fase están en proceso de licitación por un importe de 3.508.335 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de 18 meses, por lo que podría estar lista para principios de 2025. Se trata de una actuación estratégica para el desarrollo del municipio ya que permitirá completar la red exterior de carreteras de Durango, consiguiendo descender el tráfico rodado por el núcleo urbano, y siendo una conexión fundamental para el desarrollo del futuro polígono industrial de Eguzkitza y por tanto clave para el crecimiento de Durango y para el empleo.

Los inicios del ansiado proyecto se remontan a 2010 y dada la envergadura y los elevados costes su ejecución se ha estado desarrollando por fases. Así, la segunda fase se finalizó en 2014 y en agosto de 2018 comenzaron las obras de la tercera fase cuyos trabajos terminaron en febrero de 2019. Ahora, con la licitación de las obras de la cuarta fase, el final de este proyecto está cada vez más cerca. “Uno de los mayores conflictos viarios en nuestro municipio se produce en la entrada desde Abadiño, en las calles Faustebidea y la rotonda de Gernikako Arbola, ya que en ese punto se mezclan quienes quieren acceder al centro y quienes quieren coger la carretera hacia Izurtza. Con estas obras reduciremos la cantidad de tráfico que pasa por el centro de Durango y el tiempo para acceder a la N-623. Es un proyecto estratégico para Durango. Hasta ahora, y dependiendo del destino, era necesario que los coches entraran en el núcleo urbano para seguir con su trayecto. A través de este vial conseguiremos que todo el exterior de Durango esté conectado a través de distintas carreteras, evitando que los coches que no lo necesiten no entren al centro”, defendieron responsables municipales.

La inversión de las obras correrá a cargo del consistorio, “aunque esa cantidad se recuperará a través de las cargas de urbanización que deberán abonar los futuros propietarios de los terrenos”, explicaron.