Gurpreet vuelve a jugar con sus compañeros del Arratia. Y lo ha hecho en casa, en el campo de Urbieta de Igorre, localidad en la que el joven reside con su familia que no ha querido tampoco perderse el partido y lo han seguido con atención desde las gradas. Según ha comentado Gurpreet ha pasado una mala noche "con nervios y con dolor de tripa", pero, finalmente, el joven del Arratia ha vuelto a chutar el balón con el resto de los integrantes de su equipo que se han enfrentado a los primeros de la tabla, al Montefuerte. "Estoy triste porque vamos perdiendo, pero contento porque vuelvo a jugar con mis amigos", ha dicho el joven. Para 'Gur', así le llaman sus compañeros y su entrenador, cuando le lanza las indicaciones en el campo, ha sido una semana llena de emociones y repleta de entrevistas en los diferentes medios de comunicación que se han hecho eco de la noticia que adelantaba DEIA el martes. "La repercusión ha sido increíble. No pensábamos que iba a ser tan grande. Hemos salido en todos los sitios", ha explicado el presidente del Arratia, Pedro Ormazabal que este domingo ha estado en el campo Urbieta de Igorre para ayudar a 'Gur' y a todo el equipo.

Gurpreet ya juega con el Arratia

Gurpreet ya juega con el Arratia Sandra Atutxa

El detonante de la polémica se produjo el pasado 21 de enero en el campo del Padura, en Arrigorriaga. Un árbitro prohibió a 'Gur' jugar con el patka –una especie de turbante que utilizan los menores que profesan el sijismo– que el joven lleva habitualmente y con el que juega siempre al fútbol. Sin embargo, el árbitro decidió parar el partido en el minuto 3 de la segunda parte y pidió al joven que se retirase de la cabeza el "gorro". Desde el Arratia no entendieron esa reacción ya que el joven lleva cinco años jugando en las filas del club y dos como federado. Aunque intentaron explicarle que lo que Gurpreet llevaba en la cabeza no era un gorro, sino un elemento relacionado con su religión, el colegiado no cambió de criterio y prohibió al joven seguir jugando. "El chaval lo pasó mal porque no entendía qué había hecho mal", ha recordado Pedro Ormazabal.  A pesar de los argumentos esgrimidos por el resto del equipo y ante la negativa del colegiado a cambiar de opinión, los jugadores del Arratia decidieron abandonar el césped como muestra de solidaridad con su compañero. Por esa razón la Federación Vizcaina de Fútbol les ha sancionado con una multa de 300 euros y el descuento de tres puntos. El Club ha presentado las alegaciones en la Federación vasca de Fútbol y la semana que viene, Ormazabal tiene prendiente una reunión con el presidente de la Federación Vizcaina de Fútbol, Iñaki Gómez Mardones. "El problema no era nuestro. 'Gur' llevaba jugando hacía tiempo y nunca habíamos tenido ningún problema", ha insistido.

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Gurpreet vuelve a jugar con el Arratia José Mari Martínez

Pasadas las 15.00 horas el joven del Arratia ha salido a calentar con el resto de sus compañeros antes de enfrentarse a los líderes de la tabla. Con ganas y, concentrado, Gurpreet ha pisado el césped del Urbieta con fuerza y con la cabeza cubierta con un patka de color negro. Ha jugado de central derecha y aunque dominar el balón al enfrentarse a los mejores, el Montefuerte A, no ha sido una tarea fácil para su equipo, en ningún momento ha desistido en los intentos de hacerse con el control de la pelota. No obstante, darle la vuelta al marcardor tras la ventaja que les ha sacado el equipo contrario ha sido una misión muy complicado. Sin embargo, y, aunque suene a tópico lo importante en este caso es que 'Gur' haya podido jugar con sus amigos. Sin polémicas, el joven ha vuelto a pisar la alfombra verde del Urbieta de Igorre en el que lleva cinco años jugando a fútbol, su pasión, sin tener que dejar de ser fiel a sus creencias.