Los Reyes Magos han tenido un arduo trabajo esta última semana de festejos y celebraciones. Los juguetes han pasado rápidamente de las estanterías a las bolsas de regalo. Para la industria juguetera, Olentzero y los Reyes Magos ocasionan una temporada con altos niveles de venta y una numerosa concentración de familiares yendo y viniendo con grandes bolsas. Y es que la cuenta regresiva para estos días viene desde finales de octubre, cuando las jugueterías empezaron a recibir las reservas.
“Los más prevenidos suelen empezar en octubre, pero hay bastantes personas que lo dejan para el mes de noviembre o incluso los últimos días de diciembre”, explica Yolanda Castañón, empleada de la empresa juguetera Eurekakids. “También se aprovechan bastante las temporadas de ofertas como el Black Friday, pero hay de todo”.
Castañón indica que los juguetes “han volado” esta temporada, sobre todo los de los más pequeños. “Andadores y triciclos” son clásicos que no pueden faltar. Los pasillos de grandes cadenas como El Corte Inglés o Juguettos estuvieron masificados de compradores que no paraban de analizar cada característica de los juguetes. Bien sea tamaño, color, forma, límites de edad o funcionamiento didáctico. A esto se suman las modas, influenciadas por el consumo audiovisual a los que niños y niñas están expuestos continuamente. Ya sea Marvel, DC o los Bebés Llorones. Si se populariza en la televisión o el cine, también lo hará en las tiendas.
En un vago intento por conseguir un regalo de última hora el pasado martes estaba Andrea, recién salida de la tienda de Juguettos. “He estado buscando por todos lados los famosos Bebés Llorones”, comentaba después de lo que parece haber sido una buena vuelta para el sector juguetero de Bilbao, “pero están agotados en la mayoría de sitios”. Esta joven madre aseguró que tanto ella como su marido han estado “corriendo por todo Bilbao” para encontrar los juguetes que sus hijos y sobrinos han pedido para estas fechas: “Creo que lo mejor es reservar, para evitar tantas prisas”.
El renacimiento del Tamagotchi
Hasta las últimas ventas en juguetes han comprobado la teoría de que la moda es cíclica. Y que mejor ejemplo que el último ‘agotado’ de todas las jugueterías de la villa: el Tamagotchi. Un juguete que hacía de mascota interactiva al que se tenía que alimentar y entretener o, al igual que los reales, podían morir. A pesar de haber sido un bombazo entre los late millenials, su fama no ha parado. Las jugueterías han devuelto a las nuevas generaciones esta mascota. Eso sí, con algunas actualizaciones, pero el mismo espíritu. A este se le juntan los Legos, el Monopoly y los Bebés Llorones. Parece que los clásicos nunca mueren.
Tal es el caso de Asier García, un estudiante de enfermería que se encontraba saliendo del Corte Inglés con las últimas compras de estas fiestas. “Mi madre suele ser muy precavida en Navidad y Día de Reyes, y suele reservar con tiempo”, señaló Asier, quien tiene dos hermanos pequeños que “enloquecen” por ciertos juguetes en estas fechas. “En cuanto salen del colegio y entran las vacaciones mi casa se convierte en un taller de compra y envoltura de regalos” —comentó— “y siempre piden lo que esté de moda en ese momento, recuerdo que el año pasado fue Spiderman”.
Román Arruabarrena, uno de los fundadores y encargado de la tienda Abracadabra, confirma que “aunque la Navidad tiene su movimiento”, definitivamente “Reyes está lleno de tradición” y no deja de ser una de las semanas “más ocupadas del año”. Las puertas de su tienda están abiertas desde las 10.00 hasta las 20.00 horas, y en ningún momento de estos últimos días ha estado desocupada. “Es una temporada de mucho trabajo, a pesar de que varias personas deciden adelantar las compras de Reyes en Navidad”, explica. Sin embargo, Arruabarrena destaca que el pasado 2022 no dejó de ser un año difícil a causa de la crisis económica y energética que atraviesa la península. Y que el sector juguetero también se vio afectado por las consecuencias de la pandemia y la consecuente inflación.
Otra tienda con bastante actividad esta semana es la Juguetería Pinocchio situada en Henao Kalea 14. Su encargada, Susana Zubiaga, indica que en su caso, las reservas empezaron en noviembre, pero al igual que sus compañeros, recibe una gran afluencia de personas al acercarse la Navidad.
Las nuevas o las de toda la vida
Ya sean grandes cadenas o jugueterías locales, los pasillos se encuentran colmados de padres y madres desesperados por tener ese juguete perfecto para los más txikis de la casa. “Esto es un sálvese quien pueda” —comentaba Ainhoa Vázquez— “Nuestra hija ha pedido un extra en la carta de los Reyes y tenía que ser el famoso Tamagotchi”. Explicó que su travesía por el centro de Bilbao estos días ha resultado ser en vano, pues aún no se ha cruzado con las mascotas virtuales que parecen haber revolucionado nuevamente a las nuevas generaciones.
En la misma línea se encontraba María Barrena, encargada de la tienda de Juguettos en MegaPark. Su tienda también ha estado abarrotada de compradores para estas celebraciones. “Sorprende un poco la cantidad de personas que hay en tienda, considerando que a partir de la época de pandemia muchos se acostumbraron a realizar pedidos on line”, indicó Barrena.
Según datos extraídos por The NPD Group en el 2020, este sector cerró el año con una caída de ventas del 7%. Sin embargo a mediados del pasado mes de noviembre, la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) expresó el previsto incremento de facturación entre el 2% y el 3%, en orden de tratar de conciliar cifras prepandémicas. Además de negar que pudiera haber un gran desabastecimiento por crisis logística. Tanto para ellos como para los distribuidores la clave del resurgimiento ha estado en la campaña de navidad de los últimos meses.
