El pleno del Ayuntamiento de Berango aprobó ayer miércoles los presupuestos para el próximo ejercicio de 2023 que ascienden a 10,4 millones de euros, lo que supone un incremento del 11% respecto al de este año 2022.

En este sentido, las cuentas salieron adelante con el apoyo del PNV, la abstención de PP y Elkarrekin Podemos, y el voto en contra de EH Bildu y PSE. A este respecto, la alcaldesa de Berango, Anabel Landa, destacó que este proyecto de presupuestos no ha recibido “ninguna enmienda” por parte del resto de grupos municipales de la oposición.

En el capítulo de gastos, la partida más importante será la destinada al gasto corriente, es decir, a los servicios que ofrece el Ayuntamiento a la ciudadanía del municipio y que supone el 54% del total. Del mismo modo, otra de las partidas relevantes hace referencia los gastos de personal, que suponen un 21%.

Por otro lado, en el capítulo de inversiones destaca por encima del resto uno de los proyectos estratégicos de la legislatura y no es otro que la remodelación del Palacio Icaza, que ha sido adquirido por el Consistorio para destinarlo a fines culturales para los vecinos y vecinas de la localidad. Para este cometido se ha reservado una partida de 1,4 millones. “Es una estimación puesto que todavía no hay un proyecto de ejecución concreto”, aclaró Landa.

En este sentido, la regidora destacó que uno de los aspectos fundamentales de estos presupuestos es que el Ayuntamiento iniciará el 2023 con “deuda cero”. “El próximo año lo iniciaremos sin endeudamiento una vez que vamos a terminar de pagar el crédito solicitado durante la anterior crisis económica para impulsar la actividad económica en la localidad”, apuntó Landa.

Pero además del Palacio Icaza, el equipo de gobierno trabaja ya en otras inversiones que están en marcha como son el proyecto para la instalación de rampas mecánicas en Karabigane, la ampliación del Kirolgune o la remodelación integral del barrio de Kurtze.

Igualmente, Landa señaló que supone una “gran satisfacción” aprobar las cuentas y empezar el 2023 “sin deuda”, y con la disposición de llevar a cabo del proyecto de Icaza para “dotar al municipio de un nuevo equipamiento en un edificio emblemático que se destinará a dar respuesta a las nuevas necesidades culturales de la ciudadanía”.

Por otro lado, durante el turno de intervención de los grupos de la oposición, EH Bildu señaló que son unos presupuestos “basados en el ladrillo” y reclamaron la construcción de “viviendas de alquiler social”, mientras que el PSE afirmó que son “pobres, poco sociales y poco innovadores, y que la remodelación del Palacio Icaza “lleva ya un presupuesto de 3,8 millones y aún sin proyecto”. Asimismo, el PP manifestó que con el proyecto de Icaza se recoge “una mención histórica del PP de Berango”.

Inmueble ilustre

El Palacio Icaza se destinará a fines culturales. CARLOS ZÁRATE

Sobre esta línea, cabe recordar que el Palacio Icaza es un de los edificios más ilustres del municipio. El inmueble se encuentra ubicado en el parque Moreaga, espacio que acoge diversos eventos a lo largo del año. Hace dos años, el Ayuntamiento de Berango aprobó en sesión plenaria un convenio que le permitió adquirir en propiedad el inmueble, compuesto por dos edificios, uno principal y otro auxiliar, y que actualmente se encuentra tapiado. Su paso a manos del Ayuntamiento es un proyecto que cristalizó en 2020 gracias una “oportunidad urbanística”, según indicaron fuentes municipales, pero que tiene mucho recorrido en el tiempo, puesto que el Consistorio berangotarra llevaba trabajando en dicho propósito desde 2008, cuando empezaron los primeros contactos con los propietarios.

La adquisición se llevó a cabo a través de una operación urbanística consistente en la permuta de una parcela que le correspondía al Consistorio derivada “de parte del 15% del aprovechamiento urbanístico de la gestión de la primera unidad de ejecución del sector de Otxabene”. Además, en la misma operación, el Ayuntamiento de Berango recibió 120.000 euros para rehabilitar el edificio auxiliar del complejo también conocido como las cocheras de Icaza.