El índice de tolerancia de la sociedad vasca hacia la población de origen extranjero ha mejorado y se sitúa en 69,28 puntos. De esa forma, en la última década ha crecido más de 15 puntos pese las distintas crisis vividas.

Y es que tan solo el 3,3% de la sociedad ve la inmigración como un problema personal y el 5,7% como problema para Euskadi, y casi la mitad de la población es favorable a acoger a las personas solicitantes de asilo y refugio sin ninguna restricción, según el último estudio del Observatorio Vasco de la Inmigración, Ikuspegi.

Los principales datos del Barómetro 2022 sobre las percepciones y actitudes de la sociedad vasca hacia la población de origen extranjero, que elabora Ikuspegi, fueron presentados ayer en Bilbao por la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, el vicerrector del campus de Bizkaia de la UPV/EHU, Gorka Moreno, y la directora de Ikuspegi, Julia Shershneva.

El estudio ha sido realizado en función de las respuestas dadas en 600 encuestas efectuadas el pasado mes de marzo entre ciudadanos mayores de 18 años y refleja, en palabras de la consejera, que los vascos son “más respetuosos con lo diferente y, en definitiva, mucho más ricos como sociedad”. “Estamos en el camino de la tolerancia”, valoró.

De este modo, el Barómetro 2022 constata que la actitud de la población vasca hacia las personas de origen extranjero mantiene “una tendencia positiva” y, de hecho, su índice de tolerancia “vuelve a ascender” hasta los 69,28 puntos, con lo que mantiene la evolución ascendente que, según ha explicado Artolazabal, comenzó en 2012, cuando era de 53,62 puntos.

La consejera valoró asimismo que “en una década se ha conseguido avanzar casi 16 puntos y no está nada mal, sobre todo porque hemos pasado crisis económicas, sanitaria y humanitaria”.

Por su parte, la directora de Ikuspegi, Julia Shershneva, explicó que, “hasta muy recientemente, entendíamos que la tolerancia de la población vasca venía marcada y condicionada por el contexto económico y social del momento”. De este modo, durante la última crisis económica, “a la par que se desplomaban los indicadores macroeconómicos, cayó también el grado de tolerancia y confianza de la población vasca”.

PERFIL

Sin embargo, la tolerancia varía de forma notable según la procedencia de las personas inmigrantes que viven en Euskadi. Y es que el estudio del Observatorio vasco muestra un mayor grado de simpatía hacia las procedencias “que más se le asemejan o parecen, las más cercanas culturalmente”. Así, concluyen que “da la impresión de que los colectivos que gozan de mayor simpatía concuerdan con aquellos que las personas autóctonas percibimos como más integrados y/o con mayores capacidades e interés por integrarse”. Por ese motivo, el menor grado de simpatía es hacia las personas de los orígenes rumano y magrebí.

Este último colectivo es el que muestra año tras año el mayor grado de rechazo. Se trata de Marruecos, Argelia y Magreb, “orígenes muy alejados culturalmente de nuestra sociedad” y con una lengua, religión y prácticas culturales muy dispares y distantes”, según expone el estudio de Ikuspegi. Así, en clave evolutiva, las procedencias que suscitan mayor grado de simpatía, la población europea, argentina y subsahariana y las que menos, la población magrebí, “continúan siendo las mismas”.

En cuanto a los supuestos de convivencia y relaciones entre la población autóctona e inmigrante, la tolerancia es mayor cuando se plantean supuestos como “trabajar o estudiar con personas inmigrantes”, que “su hijo/a lleve a amigos/as inmigrantes a casa” o que “una persona inmigrante sea su jefe/a en el trabajo”. Por su parte, el grado de tolerancia es menor ante situaciones como “vivir en el mismo barrio o bloque en el que vive mucha población inmigrante” o “llevar a su hijo o hija a un colegio donde haya mucha población inmigrante”. –

EN CORTO

Economía

mercado laboral. Según indicó la consejera Artolazabal, “somos conscientes de la necesidad de incorporar al mercado laboral a todo activo que permita mantener el ritmo económico que tanto nos ha costado poner en marcha y, les guste o no a las personas detractoras, necesitaremos todas las manos posibles”.

Estereotipos

menos rumores. Según el estudio de Ikuspegi, los rumores y los estereotipos falsos sobre la inmigración “siguen perdiendo peso y cada vez tienen menor presencia y apoyo social”. “Año a año, rumores como que se aprovechan del sistema de protección social o que se llevan todas las VPO van perdiendo fuerza y ya son más las personas que rechazan este tipo de afirmaciones que quienes las defienden”, señalaron.

Igualdad

en derechos humanos. Artolazabal insistió en que la “ruta” del Gobierno vasco se encamina a “construir una sociedad vasca, presente y futura, igualitaria en el acceso a derechos ciudadanos, igualdad en derechos y deberes” ya que en Euskadi “nadie sobra”.