Gernika-Lumo

Es una de las citas del Último Lunes de Octubre de Gernika-Lumo que más gente atrae. Y lo es no solo por la solera que atesora o el gran papel que suele realizar el inimitable José Antonio Bastegieta Marko. También lo es por las astronómicas cifras que los pujantes, azuzados por el maestro de ceremonias kortezubitarra, “un aldeano que va a la ciudad a sacar los cuartos a la gente”, según sus propias palabras, suelen pagadas por el oro rojo de Gernika. Y ayer, en una jornada que superó sus registros de asistencia, se escapó el récord por poco. La media pieza, elaborada frente al mar Cantábrico en la localidad guipuzcoana de Mutriku por Beñat Egaña en su producción Goienetxe, holló la cima de los 6.100 euros. Fue adquirida por el 1000 Kolorau, un restaurante de la villa que a buen seguro repartirá el preciado manjar con sus clientes.

El queso de Beñat Egaña de Mutriku, el mejor en Gernika

El queso de Beñat Egaña de Mutriku, el mejor en Gernika Jose Mari Martínez

La puja suele ser una ceremonia en la que Bastegieta lleva los tiempos. Acelera el ritmo cuando quiere, lo realentiza cuando la necesidad lo requiere. Y suele lanzar frases que ya han quedado instaladas en el imaginario colectivo de la feria gernikarra. Las expresiones del que fuera alcalde de Kortezubi y perejil en miles de salsas han quedado para la posteridad. Son clásicas ya. Y ayer volvió a echar mano de ellas para calentar el ambiente y sacar una sonrisa. La autoría de “el oro rojo de Gernika” es obra de Marko. O el “a ver si hay dinero en los bolsillos”. O el “hay que levantar el brazo, el que sea, el derecho o el izquierdo”. Todo vale para ir picando a los “valientes” que se atreven a pujar. Son todas del particular maestro de ceremonias, que pese a los achaques de la edad, mantiene una envidiable vitalidad.

Y así fue, poco a poco fue calentando la puja hasta que el 1000 Kolorau terminó por reventarla. Inmerso en el toma y daca estuvo Xaibor Diskofesta, que de buenas a primeras, y cuando el kortezubitarra pedía 500 euros, lanzó la primera andanada: 3.333 euros. Ni uno más, ni uno menos. De ahí en adelante, el buen hacer de Marko fue engordando la puja, que rápidamente superó el listón de los 5.000 euros. Hasta que el “uno, dos y tres” de Bastegieta, que suele dictar sentencia, hizo inapelable la decisión. 6.100 euros que 1000 Kolorau, regentado por el gernikarra Ettore Learreta se comprometió en abonar. Todo queda en la localidad foral, ya que la residencia Calzada acogerá gustosa semajente cantidad.

Una ves de satisfecha la peculiar celebración, tan solo quedó el momento de tomar en una foto de grupo de los tres primeros puestos al mejor queso –Azkarra de Galarreta y Larrebe de Agiñaga, ambos alaveses, y Beñat Egaña de Mutriku, coparon el podio– junto a Learreta y dar así por concluida una puja que se quedó a poco de cerrar una jornada de ensueño con un récord de asistencia y otro de la subasta del mejor medio queso. Hubiese sido demasiado para un solo día.

“Medir los tiempos”

Una vez dejado atrás el escenario del Mercurio, el vendedor en el concurso del mejor queso mostraba su felicidad “por un premio perseguido durante años, pero que al fin” se va para la costa de Gipuzkoa. “Hemos logrado algún que otro permio en otros concursos, pero hacerlo en Gernika es otra historia. Todos los quesos que se presentan aquí tienen una calidad inmejorable”, remarcó Beñat Egaña, de Goienetxe. Y como buen maestro, tiró balones fuera a la hora de hablar de los secretos de su producto. “¿Secreto? Ninguno. Manejar bien los tiempos sobre cuando recogemos la leche, es la clave principal; cuidar el proceso en todo momento y mantener en óptimas condiciones los pastos en los que están nuestras ovejas, mantener su calidad en condiciones óptimas”. El buen trabajo siempre tiene premio y en el caso de Egaña, ayer fue el más grande en la feria gernikarra.