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Abadiño estrenará en enero un jardín de cenizas en el cementerio municipal

Será uno de los pocos fosos de estas características que existan en Euskadi

Abadiño estrenará en enero un jardín de cenizas en el cementerio municipalK. DOYLE

El Ayuntamiento de Abadiño estrenará a principios de año en el cementerio municipal un jardín para depositar las cenizas. El alcalde Mikel Garaizabal y el teniente de alcalde Javi Crespo visitaron ayer el foso, uno de los pocos que existen en Euskadi, que estará a disposición de la ciudadanía en el estreno de 2023. Se trata de un espacio creado para el recuerdo, un hermoso y cuidado entorno en el que las cenizas se vincularán con la tierra”, explicó el primer edil.

En lo que a sus características se refiere, el foso con acero corten cuenta con 4,90 metros x 1,40 metros x 1,20 metros donde se pueden esparcir las cenizas sobre una base de cantos rodados blancos. A continuación y mediante unos aspersores de agua las cenizas se esparcirán por el fondo y finalmente se filtrarán por el terreno. Junto al foso se ha colocado una losa vertical de granito donde quedará inscrito en una pequeña placa el nombre de la persona cuyas cenizas se depositen allí.

La instalación está terminada, por lo que el Consistorio prevé que pueda empezar a utilizarse a partir de enero, cuando se establezca la tarifa para este nuevo servicio municipal. “La recomendación general es que las cenizas de personas difuntas se depositen en el cementerio. Esta instalación además de estar en un marco natural maravilloso, dispone de los sistemas más adecuados para esta finalidad, hecho que ayuda a preservar el medio ambiente”, apuntó Javi Crespo.

Fue el pasado verano cuando se iniciaron las obras para habilitar en el cementerio un osario común ajardinado en el que depositar las cenizas resultantes de la incineración. El proyecto se ha completado con el pintado del claustro, la capilla y el edificio que alberga la instalación de incineración. La actuación completa ha supuesto una inversión de 32.562 euros. Y es que, en los últimos años se ha incrementado notablemente el servicio de incineración, por lo que se hace necesario habilitar un espacio donde esparcir las cenizas resultantes de la cremación de la persona difunta.

Estilo neoclásico

El cementerio de Abadiño, asociado a la iglesia de San Trokaz, es una interesante aportación al patrimonio regional, porque se inscribe dentro de la familia de necrópolis conocida como cementerios porticados vizcainos. Se trata de una estructura propia de Bizkaia cuya fórmula, bella y funcional, consiste en plantear espacios ajardinados rodeados de pórticos en los que se alojan las sepulturas cubiertas por una sencilla tejavana. En este caso se observa un recinto rectangular definido por arcadas de columnas de orden toscano en caliza que sostienen cornisas de piedra. Proyectada en 1854, la necrópolis se ajusta al estilo neoclásico. Así, levantado en los últimos momentos del Neoclasicismo por Rafael Zavala y Pedro José de Astarbe, mantiene íntegra su estructura original, adosado a la iglesia de San Trokaz.