Desde que se instalaron los primeros en Deusto a través de un proyecto piloto, la Diputación Foral de Bizkaia ha realizado un gran esfuerzo por apoyar la implantación del contenedor marrón en todo el territorio. Solo entre 2012 y 2020 se han invertido más de siete millones de euros a través de subvenciones a ayuntamientos y ayudas para la implantación de autocompostadoras en los ámbitos rurales.

Estas inversiones han permitido que prácticamente se hayan alcanzado los objetivos europeos del extensión de depósitos para separar la fracción orgánica del cubo de la basura a todos los municipios del territorio. Ello, unido al desarrollo de campañas de sensibilización y comunicación, ha repercutido en un incremento de la recogida de biorresiduo, que el año pasado alcanzó las 13.738. La tasa de recogida en la fracción orgánica mantiene su tendencia al alza de los últimos ejercicios y se sitúa actualmente en el 2,8%, cinco décimas por encima del porcentaje registrado en 2020.

Actualmente, la red de contenedores para la fracción orgánica está compuesta por cerca de 4.000 unidades en todo el territorio, alcanzando así una ratio de aproximadamente un contenedor por cada 290 habitantes. El propósito de la Diputación en este sentido es alcanzar una cobertura total del sistema de recogida selectiva de la fracción orgánica el próximo año, para cumplir con los objetivos normativos.

Por otro lado, cabe destacar que el año pasado se implantó en todo Bizkaia la inclusión de carne y pescado en el contenedor, que hasta la fecha únicamente estaba implantada en la comarca de Lea Artibai en fase experimental. Con esta mejora del sistema de tratamiento llevado a cabo en la planta de compostaje Bizkaiko Konpostegia, y que es extensible a las tres plantas comarcales situadas en Berriatua, Getxo e Igorre –y que permiten reducir los trayectos de transporte, tanto los de los propios residuos como del compost que se produzca–, se permite incluir restos de origen animal cocinados o crudos, como carne, embutidos, pescado y marisco, restos de huevo y sus cáscaras, huesos y queso, por lo que el volumen de recogida selectiva se verá incrementado notablemente en el corto plazo. Además, la selección en el propio domicilio de cada ciudadano se vuelve mucho más cómoda y eficiente, lo que hará que esta separación gane probablemente más adeptos en los próximo años.