La fiesta paralela al concurso gastronómico de Paellas se enciende en la zona no oficial, sobre la que pesan las críticas de algunos vecinos por el impacto medioambiental que genera. Este año parece que esas quejas se han incrementado, mientras el Ayuntamiento de Getxo ha tratado de amortiguar esas consecuencias en la naturaleza, balizando los accesos al pinar e impulsando una campaña de concienciación. Además, el Consistorio persigue mejorar la limpieza y, por eso, desde este lunes mismo y hasta el jueves, se reforzará el servicio con una veintena de personas más (en total 35). Se prevé que el viernes regresen ya los recursos habituales.

Esta parte de las campas de Aixerrota son tomadas, fundamentalmente, por la juventud. Allí se lo pasan pipa durante horas y horas. Desde bien temprano y hasta la madrugada. Este domingo fue una muestra más. Es la zona a la que llaman el Bronx y en la que se montan unas construcciones con madera y cubiertas de plástico que llaman la atención poderosamente. Dentro, las cuadrillas habilitan barras y grandes podios para bailar al ritmo de la música que ellos mismos ponen con equipos de sonido de aúpa. Es muy llamativo todo lo que allí se orquesta y la cantidad de gente que allí se reúne.

Desde hace unos diez o quince años, Paellas presenta esta zona no oficial con estas características. “Antes también existía, pero se ponían unas cuerdas y poco más”, evoca Jon, un getxotarra que pasa de los 45 años. Ahora, los grupos levantan, desde una semana antes, sus txosnas con troncos. La agrupación de vecinos de Andra Mari Kortiñe solicitaba a los asistentes que no hicieran hoyos ni zanjas para crear estas casetas, ni que tampoco fijaran postes de madera con cemento, ni que destrozaran árboles de este espacio que “es un pulmón verde para el municipio y donde habitan muchos animales y plantas”. La plataforma vecinal Getxoko Auzokideok era más contundente con su mensaje: “Resulta inaceptable los daños al arbolado, matorral y al suelo, además de la contaminación de este con el uso de centenares de kilos de cemento”. Los comentarios de que todo esto es un “macrobotellón” que favorece que se desaten problemas también se suman a la polémica. 

Pero hay muchos residentes en la localidad que entienden las condiciones de esta celebración. “Todos hemos hecho eso, y cuando se hacían de noche mejor no hablamos”, escribía una usuaria en redes sociales (hubo una época en la que los jóvenes se trasladaban ya hasta esta parte de Aixerrota la noche anterior al día de Paellas).  

Por su parte, el Ayuntamiento getxotarra inició la pasada semana la campaña Disfruta de las fiestas respetando el pinar colocando carteles “para concienciar a las personas participantes de los valores medioambientales del entorno y de la importancia de la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres que albergan, además de tratar de evitar que se dañe el arbolado mediante clavos, cuerdas, podas…”. Asimismo, para la jornada de este domingo, ha llevado a cabo intervenciones como balizar los accesos al pinar y brezales mediante estacas y cintas; la apertura de caminos para que puedan entrar camiones de limpieza y la disposición de puntos de agua y mangueras en tres ubicaciones....