El objetivo es claro: que ningún alimento que esté en condiciones de ser consumido se desperdicie y acabe tirándose a la basura. Hace unos meses que a través del proyecto Rexcatering se instaló una máquina en el IES Etxebarri. Esta iniciativa, pionera en el Estado, consiste en colocar una máquina vending, en concreto en el exterior de la casa de cultura (Calle Andalucía), donde se depositan diariamente las raciones de comida excedentes en el comedor del instituto de Etxebarri. Y los resultados no pueden ser mejores, ya que, según concreta Álvaro Saiz, impulsor de la Fundación Residuo 0, desde donde han ideado el proyecto Rexcatering, "la comida que se deposita en la máquina no dura, como mucho los alimentos permanecen dentro un máximo de tres horas desde que se dejan". Pero esas tres horas "son engañosas, puesto que ese es el tiempo máximo que una ración de comida ha llegado a estar en la máquina, ahora la gente ya conoce el proyecto y hay personas que recogen la comida en el mismo momento en que se deja". De este modo se está consiguiendo el objetivo, que es no desperdiciar comida.

Además cabe destacar la universalidad de este proyecto, dirigido a todas las personas, independientemente de su situación socioeconómica, las raciones tienen un coste 0 y están disponibles para cualquier persona. Saiz destaca que "el alumnado está feliz participando, están colaborando y vemos que funciona". Y es que participan tanto el alumnado de 4º de la ESO, como el personal del comedor y también el profesorado. Para ello recibieron una formación específica para conocer los pasos que deben darse en todo el proceso, "desde el envasado, termosellado, etiquetado...", explica.

El proyecto está calando y "todo lo que es aprovechable va a la máquina, por lo que se consigue residuo 0, luego hay una parte que no es aprovechable claro, porque la comida tiene que estar en perfectas condiciones". En cuanto al éxito de esta dinámica, Saiz explica que "la máquina de Etxebarri está conectada con nuestra oficina y mediante una tablet en el comedor se puede ver la temperatura que hay dentro, si sacan alguna ración, a qué hora, etc. Ahora el tiempo que pasa en la máquina es muy poco, porque la gente ya conoce el funcionamiento y las raciones de comida salen muy rápido".

Esta iniciativa cobra especial relevancia, ya que "se va a producir un cambio normativo que va a obligar a ciertas entidades a contar con un plan" que sirva para no tirar alimentos, explica Saiz. De esta manera la prioridad es que "el excedente o alimentos aptos para consumo que no se hayan vendido o utilizado, deberán destinarse para uso humano, antes de otras posibilidades". Esos cambios deberán pasar por entidades sociales y, en estos momentos "contamos con un sistema único que funciona".

Cabe destacar que Innobasque reconoció a la Fundación Residuo 0 por el proyecto, cuenta con todas las garantías necesarias para un correcto funcionamiento. La iniciativa, en el caso de Etxebarri surgió por parte del alumnado y el profesorado del instituto a través de los compromisos adoptados dentro del marco de la Sostenibilidad en el programa Agenda Escolar. La fundación Residuo 0 animó al centro IES Etxebarri BHI a realizar un seguimiento del residuo generado en el comedor durante 20 días y "se llegó a la conclusión de que sí era viable poner en marcha el programa. Hay que destacar que la comida sale directamente de la cocina y pasa a un ambiente en el que se conserva en perfectas condiciones.

Concienciación

Participación

del alumnado. En esta iniciativa cobra especial relevancia la colaboración en este caso de escolares del IES Etxebarri. Por un lado están ayudando a lograr el objetivo de no desperdiciar alimentos, pero por otra, además, les sirve para darse cuenta de la cantidad de comida que puede llegar a tirarse.