Comprobar cómo se desechaban kilos y kilos de alimentos fue el punto de partida para Aunar Elkartea, una asociación que desde 2014 ha alimentado a miles de personas. "Arrancamos con los excedentes de los restaurantes. Poco después, en 2015, comenzamos a colaborar con el Colegio Vizcaya que nos donaba comida", comenta Marije Salinero, integrante de esta entidad, que también contó con el apoyo de los "ayuntamientos de Sestao y Portugalete" que fueron de los primeros que "nos derivaron a las primeras familias" a las que les hacía falta este recurso.

Poco a poco Aunar Elkartea fue creciendo y ahora está presente en "21 municipios" y cuenta con la colaboración de los centros escolares de Colegio Vizcaya, Colegio Ayalde, El Regato, la Ikastola Lauro, el Colegio Irlandesas y el Colegio Trueba. Además, el catering de Gasca también les proporciona alimentos. En total, cada día suman "400 tupers" que son imprescindibles para la alimentación de las "350 personas" que atienden. Y también cuentan con la "colaboración puntual de muchos donantes". Además, la forma de hacer el reparto permite a los usuarios de la entidad "comer en la intimidad de su casa".

El contacto estrecho se produce con los "colegios concertados ya que con los públicos de momento no se puede". Su trabajo es constante y el equipo de voluntarios reparte cada semana las raciones de comida para los siete días. "Llega el verano y no tenemos problemas con la comida. Tenemos capacidad para almacenar raciones. Y cuando necesitamos en julio o agosto, Gasca nos dona comida", afirma Salinero quien pone en valor que "algunos cocineros de los colegios nos cocinan comida" cuando ya ha finalizado el curso escolar. Además, en "Zalla hay un curso de cocina en julio y nos ayudan".

Mensualmente, superan las "8.000 raciones de comida" y anualmente llegan a las "100.000". Y el reparto que hacen permite ayudar "con la pobreza energética, ofrecer igualdad nutricional y es sostenible". El hecho de que sean raciones ya cocinadas, que se entregan congeladas, posibilita que no se gaste tanta luz en el cocinado, hay "igualdad nutricional" ya que los menús están elaborados por expertos y colabora en el mantenimiento del entorno porque "no se tiran a la basura toneladas de comida".

De cara al futuro, en Aunar Elkartea confían en que "las personas a las que atendemos salgan de esta situación". "La idea es que no se cronifique este problema, que nuestra ayuda solo sea para salir del paso", subraya Salinero quien reconoce que su trabajo implica "no perder de vista a las personas que atendemos". Por ello, no aspiran a recoger más kilos de comida ya que ello implicaría contar con más recursos materiales y humanos. "Solo podemos crecer de forma lógica. Cada día siete u ocho voluntarios se encargan de empacar el producto, abatirlo y congelarlo", expone Marije Salinero quien aumenta la cifra de personas a 35 para que todo el engranaje funcione a la perfección. Por lo tanto, "el doble de comida supondría el doble de personas que atendemos, que trabajan y el doble de recursos", sentencia.