A Yuri le compensa madrugar para llegar al colegio en Güeñes desde su casa en Getxo porque "es feliz en clase", cuenta su ama. "Nos preguntan cómo estamos, nos tratan con cercanía y aprendemos entendiendo las cosas, no memorizando", resume el joven, estudiante de primero de ESO en Osotu. Con más de 200 alumnos de Primaria y Secundaria y la implantación del Bachiller en perspectiva, el centro ha reclamado ante la justicia al Gobierno vasco convertirse en concertado.

Se sienten "discriminados" por el departamento de Educación, según expresan Ana Pérez y Andrés Bedia en representación de la AMPA, ya que entienden que su metodología "integradora e innovadora que queremos que resulte accesible a todas las familias" debería justificar el concierto. Desde Lakua "no nos han indicado que no cumpla los requisitos, sino que nos transmiten que en esta zona no hay necesidad de plazas escolares". Sin embargo, creen que "la falta de demanda no se aplica a otros centros y sí existe aunque no sea demográfica" específicamente en Enkarterri porque "vienen niños y niñas a diario también desde Santurtzi, Gatika, Elorrio, Araba o Castro, incluso una familia de Zumaia se mudó a la comarca" por lo que no entienden esta argumentación.

Consideran que el proyecto arrancó en 2018 -no sin dificultades por el retraso de las obras en el recinto del antiguo COENEN que les llevó a dar un curso en Zierbena- con sesenta estudiantes y ya supera los 200. "Existe lista de espera", contemplan ofertar Bachillerato a partir del próximo período lectivo 2022-2023 y "hay una segunda línea por cada curso pendiente de poner en marcha".

Sin embargo, estos planes "están condicionados a la concesión del concierto que se nos aseguró que nos otorgarían durante el primer año" porque en la situación actual "cada vez cuesta más sostenerlo económicamente, solo hay que fijarse en la inflación". "Y no todas las familias pueden permitirse un colegio privado" para sus hijos. Otras matriculan solo a uno de los hermanos "porque no alcanza para más". Como la de Yuri, quien "había perdido el interés por lo que estaba estudiando", como reconoce su ama, hasta que, por medio de una amiga de esta, conocieron el plan lectivo de Osotu.

Ante la falta de noticias, el colegio decidió denunciar al Gobierno vasco "en 2020, lo que pasa que con la pandemia Entre tanto, han mantenido varias reuniones con el departamento de Educación. "Dos veces se concertó fecha para que visitaran el colegio y ambas se canceló por problemas de agenda", explican. Tras el último encuentro a mediados de mayo se ha fijado otro compromiso para que la representación institucional puede conocer el centro "a finales de este mes".

No descartan emprender movilizaciones "como manifestaciones, concentraciones, recogidas de firmas y el profesorado nos traslada la posibilidad de una huelga". El equipo docente "avalado por ejemplo, por el padrino del centro", el psicopedagogo Francesco Tonucci, "está trabajando por su parte en la línea de que el Gobierno vasco conecte con la metodología alternativa que cumple con la ley educativa vasca mientras las familias hemos abierto otra línea de actuación apoyándoles plenamente". "El principal valor de Osotu reside en su equipo humano y ese equipo está motivado", aseguran.

"Nos transmiten que en esa zona no existe necesidad de plazas, pero hay demanda, tenemos lista de espera"

"Cada vez cuesta más sostenerlo y no todas las familias pueden pagar estudios privados"

AMPA de Osotu