Si bien llevan unos cuantos meses recuperando el enclave para permitir el paso de los visitantes, cortado tras un derrumbe acaecido a comienzos del año 2020, San Juan de Gaztelugatxe deberá esperar algunas semanas más para poder ser reabierto. La joya de la costa vasca, uno de los lugares más visitados de Bizkaia, no recibirá turistas en Semana Santa, tal y como se había anunciado. El alcalde de Bermeo Aritz Abaroa ha anunciado este viernes en el transcurso del pleno semanal que los técnicos que trabajan en el área costera prefieren se cautos. Tras haber mantenido contactos “todos los días de la semana” con los responsables de la Diputación Foral de Bizkaia, Abaroa ha asegurado que las obras han sufrido diversos problemas, como la huelga de los transportes que no ha permitido disponer de los materiales necesarios para estabilizar la totalidad de la ladera.

El alcalde bemeotarra ha respondido a preguntas de EH Bildu en la sesión plenaria. Y ha preferido mostrarse cauteloso con la recuperación del entorno, que además se ubica en un biotopo protegido engtre Bermeo y Bakio. “Hoy en día son los propios técnicos los que no ven las garantías suficientes para reabrir Gaztelugatxe”, ha ahondado. “Y nosotros como Ayuntamiento preferimos esperar si es necesario que abrir la zona sin tener toda la seguridad y todas las garantías”, ha remarcado. El primer edil ha adelantado manejar diferentes planes -como un servicio de lanzadera en autobús desde un aparcamiento de Bermeo- para “dinamizar” la principal joya turística y patrimonial de la villa costera -y de Bizkaia-, si bien “preferimos esperar lo que sea si resulta necesario”. “No podemos precipitarnos ni correr ningún tipo de riesgo. No tenemos todas las garantías”, se ha referido sobre la situación de Gaztelugatxe.

Fue en enero de 2020 cuando hubo de cerrarse la carretera que lleva a los pies de la ermita de San Juan de Gaztelugatxe. Un derrumbamiento de grandes dimensiones afectó al entorno. Es desde entonces cuando las máquinas operan para recuperar la zona y se puso en marcha un dispositivo de seguimiento, que tiene como objetivo garantizar la seguridad, que se realiza a través de los sensores que se colocaron para determinar si se producen nuevos movimientos de terreno y también mediante la comprobación de los registros de precipitación en la estación meteorológica de Matxitxako. En apenas seis meses y tras realizar una serie de trabajos de estabilización se estableció un primer recorrido circular entre Ermu y Urizarreta, y aunque se pudieron recuperar las visitas al enclave si bien no se pudo acceder al islote. Se mantuvieron el sistema de ticketing digital y los controles de accesos que funcionaban desde cuando saltó la pandemia. Fue entonces también cuando comenzaron a establecer un máximo de 960 visitas al día como límite de aforo, que todo indica que se mantendrá inalterable de cara al futuro. “El sistema de ticketing se mantendrá como hasta ahora”, ha avanzado Abaroa.

Cupo máximo

Durante el debate generado en el pleno, los partidos locales también se refirieron a este cupo máximo establecido siguiendo las recomendaciones de Europarc. Así, y aunque con postura encontradas, tanto PNV como EH Bildu se felicitaron por la cantidad de visitantes que tendrá el enclave como tope máximo de cara al futuro y poder salvaguardar de este forma la zona de masificaciones, como sucedía en un pasado reciente. Ambos resaltaron la necesidad de preservar Gaztelugatxe -que ha tenido un periodo de calma durante la pandemia del coronavirus-, un entorno único de Bermeo “que no solo es una zona exclusiva de visitantes, si no parte del patrimonio histórico de todos los bermeanos y bermeanas. Es parte de nuestro pueblo, de nuestra historia y de nuestra forma de ser. Y debemos defenderlo tal y como está en la actualidad”, según señalaron.