La madera volverá a Bizkaia como elemento principal de construcción de viviendas de la mano del Gobierno vasco. El departamento de Medio Ambiente, Planificación y Vivienda ultima los preparativos para desarrollar cuatro proyectos de viviendas sociales y apartamentos dotacionales en Bilbao y Sestao. Una apuesta por la sostenibilidad que supone el regreso al mundo de la construcción de la madera como elemento esencial de estructuras, tabiques y soleras en detrimento del hormigón, los ladrillos y el pladur.

Fuentes de la dirección de Vivienda del área que dirige Iñaki Arriola han indicado que “queremos ser tractores de esta nueva forma de construcción” con el objetivo de que en un futuro también la iniciativa privada asuma la madera como material constructivo cada vez en más proyectos.

En concreto son tres los proyectos que se lanzarán este año en Bilbao y uno en Sestao. En la capital vizcaina se levantarán 60 apartamentos dotacionales en una alargada parcela ubicada en la margen derecha del Canal de Deusto. También se construirán 19 VPO en un solar que rematará la calle Monte Eretza, en San Adrián, y otras 12 en una pequeña parcela del número 1 de la calle Gimnasio, en Bilbao La Vieja. El proyecto de Sestao prevé levantar siete viviendas más destinadas a realojos en el número 67 de la calle Txabarri.

Los planes que baraja el Gobierno vasco consisten en sacar a licitación los tres inmuebles pequeños antes de verano, mientras que el peculiar edificio ribereño comenzará su tramitación en otoño próximo.

La construcción de todos estos bloques será similar y la dirección de Vivienda del Gobierno vasco tiene como base la experiencia del edificio finalizado en Hondarribia en 2019 y que fue el primero en asumir esta nueva técnica constructiva.

El elemento clave en el reverdecimiento de la madera como elemento constructivo es el panel de CLT. Se trata de planchas de madera contralaminada de gran resistencia, versatilidad y sostenibilidad. Estas placas se generan en fábrica a partir de capas de madera maciza aserrada y unidas entre sí en forma de cruz mediante pegamento estructural.

La industria maderera ha pulido mucho estas piezas de manera que se pueden fabricar a medida, cuentan con una gran estabilidad estructural y su flexibilidad a la hora de la distribución está más que comprobada. Sustituyen sin problemas al hormigón y los tabiques de ladrillo.

Las líneas constructivas básicas pasan por adecentar una base de hormigón que acoge los espacios comunitarios y trasteros previstos para, a partir de ahí, levantar planta a planta con los paneles toda la estructura, forjados, escaleras y tabiquería. Finalmente se acometen las fachadas que pueden llevar un revestimiento tipo Sate para procurar el aislamiento del edificio por la cara exterior del muro de fachada, mejorando la eficiencia energética de la envolvente térmica del muro, además de conseguir un aislamiento acústico en la vivienda.

También se puede dar una envolvente de madera al edificio, como se va a efectuar en el inmueble que se va a levantar en Bilbao La Vieja. Su única fachada a la calle será ventilada de paneles modulares de rastreles de madera y lamas verticales del mismo material natural, tratadas adecuadamente. Pero en este proyecto todavía se usarán más elementos naturales, ya que las carpinterías de las ventanas, eso sí con triple vidrio, también serán de madera y se utilizará como aislamiento en la fachada el cáñamo.

Y este cambio ¿a qué se debe? “A que suma muchas ventajas nuevas”, contestan desde la dirección de Vivienda. La más importante es la sostenibilidad que supone, ya que la huella medioambiental es entre un 60% y un 75% inferior a la de un bloque de hormigón o acero. Luego está el ahorro de tiempo. No hay que esperar a que fragüe el cemento y, por ejemplo, en el caso del edificio de Hondarribia el proceso de fabricación, montaje, transporte y colocación de los paneles supuso ganar cuatro meses en la ejecución de la obra.

Otro elemento positivo es el aislamiento térmico y acústico que procuran los paneles debido a que su composición porosa y su rigidez permiten absorber el ruido.

Además, el proceso de construcción mejora ostensiblemente con respecto a la tradicional operativa con hormigón. La puesta en obra es más rápida, evitando tiempos de espera para el fraguado de la estructura. También, gracias a su alto grado de prefabricación, hay menos margen para errores de ejecución y se generan pocos imprevistos en su desarrollo constructivo planta a planta. Así mismo, permite una construcción más limpia y en seco ya que evita tiempos de secado, como ocurre con el hormigón o patologías derivadas de esta humedad, generando también menos residuos.

Es entre un 60% y un 75% inferior a la que genera una estructura realizada con hormigón o acero.

Los paneles CLT otorgan una buena relación resistencia/peso como material estructural, lo que permite reducir la cimentación.

La puesta en obra es más rápida, evitando tiempos de espera para el fraguado de la estructura, como ocurre con el hormigón.

Debido a su composición porosa y su rigidez, permite absorber el ruido y dotar a los espacios de una acústica excelente.

Zorrotzaurre

Es el proyecto estrella y van distribuidos en dos edificios contiguos que se situarán en la margen derecha del canal de Deusto.

Calle Cantera

Serán cinco plantas, la última bajo cubierta en un pequeño solar de 200 metros cuadrados entre dos edificios de nueva construcción. Su fachada será de lamas.

San Adrián

En un solar mucho mayor, contará con cuatro plantas y en cada una de ellas cuatro pisos, más otros tres en la planta baja a ras de calle.

En Sestao

Es el edificio más pequeño con siete viviendas sociales en cuatro plantas de altura, que tendrán una fachada con la estética tradicional del barrio.