Los primeros días de clase siempre se quedan grabados en la memoria de cualquier niño. Los nervios por reencontrarse con los compañeros después de un verano de total y absoluto descanso, por conocer a los nuevos profesores o simplemente porque comienzan una nueva etapa, supone para los estudiantes un momento muy especial y lleno de incertidumbre. Al igual que ocurre en el caso de los adultos con el famoso síndrome postvacacional, para los menores volver a la rutina de estudio puede suponer un gran estrés si antes no se les implanta una rutina de lo que será el curso venidero y comenzarlo con buen pie. He aquí algunos consejos básicos que ayudarán a paliar los nervios de los primeros días.

En primer lugar, el cambio de horario es importante. Durante la época estival es habitual que se alarguen las tardes de juego e incluso las noches en familia, así que al menos unos días antes de volver a clase será imprescindible regularizar el sueño y los despertares, y habituarse a las jornadas de madrugones. Para ello se aconseja acostarse antes y levantarse antes para que los niños se vayan acostumbrando y así se muestren más despiertos y atentos. Normalmente, los menores no descansan lo suficiente por lo que muestran déficit de atención y eso pasa factura en la evaluación final. Además, de esta forma tendrán tiempo suficiente para desayunar, ya que muchos de ellos no lo hacen y no rinden de la misma manera. Por otro lado, es conveniente que, si han veraneado fuera de casa, regresen antes a su hogar para que vayan teniendo contacto de nuevo con su zona de confort.

En segundo lugar, es importante contar previamente con todo el material escolar a utilizar antes de iniciar el ciclo académico y no dejar nada para el último momento, puesto que este hecho hará que el agobio se transmita a los menores. Asimismo, organizar todos los preparativos conjuntamente aumentará su ilusión y tendrán la opción de elegir lo que más les gusta por lo que estarán contentos por empezar el colegio: la mochila, el estuche con todos los artículos de escritura, la ropa adecuada -batas, uniformes u otras prendas para su comodidad, etc.-. No será necesario comprar todo nuevo puesto que habrá cosas del curso anterior que les servirán. Hacer un breve chequeo de lo que realmente se necesita supondrá un importante ahorro económico para los bolsillos de los padres.

Hablar con naturalidad de que hay que regresar a la rutina y que la vuelta al cole está a la vuelta de la esquina les ayudará a prepararse para el momento. También puede visitarse el centro durante los días previos para que vayan haciéndose a la idea. Hay que motivarlos y tener paciencia porque no todos los menores se adaptan a los comienzos de la misma manera. Escucharlos y ser más tolerantes hará que pierdan miedos y se adapten mejor al nuevo clima.SIN BAJAR LA GUARDIAMEDIDAS HIGIÉNICAS

Sin novedades de cambios respecto al pasado curso académico por la actual crisis del coronavirus, al igual que sucedió el pasado, los escolares tendrán que seguir extremando las medidas sanitarias propuestas por el Gobierno vasco y el navarro para prevenir el contagio. No hay que perder de vista el lavado frecuente de manos con agua y jabón, y como no, el uso obligatorio de la mascarilla. Para todo esto, se puede optar por preparar un pequeño neceser con lo indispensable para evitar la propagación del virus: mascarilla de repuesto y gel hidroalcohólico. Igualmente, habrá que seguir manteniendo las medidas de seguridad de mínimo un metro y medio dentro del aula. Por otro lado, se aconseja utilizar también material escolar individual y no compartirlo, porque la manipulación podría provocar infecciones. Desinfectar todo y seguir con las medidas establecidas hará que la vuelta al cole sea segura.