Rubén Jiménez se pone frente a Mikel López, monitor en la Fundación Síndrome de Down y Otras Discapacidades Intelectuales, sobre un espacio pintado de blanco en el suelo. En un instante se convierte en un campo de fútbol en el que juegan un partido, después, Mikel se aleja y el campo se transforma en un lienzo sobre el que salen diferentes expresiones faciales en el que Rubén tiene una misión: pisar las caras sonrientes. Podría parecer, incluso para él, que es solo un juego, pero lo cierto es que está trabajando la coordinación, la comunicación, está haciendo deporte y, al mismo tiempo, se lo está pasando bien.

Esto y mucho más ya es posible gracias a la nueva sala sensorial y cognitiva que desde el mes pasado está en fase de prueba mejorando la vida de 25 personas de todas las edades. La estancia está diseñada para poder personalizar cada detalle a la persona o el grupo que está en su interior, la columna del centro puede cambiar de color dependiendo del tono que se está utilizando y el sonido ambiente puede ser relajante como el del agua corriendo por un río o una canción para una sesión más animada, entre otros muchos.MEMORIZACIÓN, CÁLCULO Y ORDENACIÓN

"Para trabajar es necesaria su motivación, la sala cuenta con un montón de ejercicios para desarrollar las capacidades cognitivas y la mejor parte es que ellos entran contentos y más predispuestos a hacer las actividades. Tenemos ejercicios de memorización, cálculo y ordenación, cuyos resultados son almacenados y analizados de manera objetiva para saber si el trabajo que estamos realizando se puede mejorar de algún modo", explica Nagore Nieto, responsable de la sala.

Del mismo modo, desde la fundación indican que en los últimos 30 años la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down ha aumentado alrededor de 25 años, por lo que las personas que padecen esta enfermedad se enfrentan por primera vez al envejecimiento y a sus consecuencias, como lo son la pérdida de memoria y la degeneración cognitiva en general. Por ello, Neurobai, empresa que ha desarrollado la tecnología de la sala, ha hecho hincapié en la necesidad de identificar los indicios que revelen el comienzo del envejecimiento para poder combatirlo.

BASE DE DATOS INDIVIDUALIZADA

Borja Aurresti, responsable comercial de Neurobai, cuenta que de las sesiones se generan informes con aciertos y errores para que los terapeutas puedan llegar a utilizar mejor esta herramienta dependiendo de la persona para la que se vaya a configurar. Para ello, utilizan una base de datos individualizada que muestra la evolución de los pacientes, lo que permite identificar, entre otros, bloqueos en su crecimiento.

Según informa el director gerente de la Fundación, Óscar Seoane, el objetivo final es mejorar la calidad de vida de estas personas y aumentar su independencia, una meta fundamental ya que al hacerse cada vez más mayores incrementan las posibilidades de que sobrevivan a sus padres, que suelen ser sus cuidadores. "No nos perdonaríamos que esta habitación se convirtiese en una simple sala de colores o en un chill-out", concluye.