El pleno de las Juntas Generales de Bizkaia ha aprobado de manera definitiva modificar los presupuestos vizcainos de 2020 para aumentar el límite de endeudamiento para este año en 298.552.000 euros, ante la crisis generada por la pandemia.

Los dos grupos que integran la Diputación, PNV y PSE-EE, así como el PP han apoyado esta modificación de la norma foral de presupuestos, mientras que EH Bildu y Elkarrekin Bizkaia han criticado el planteamiento del Gobierno foral y han presentado diversas enmiendas, que no han prosperado, tras lo que se han abstenido.

Según ha explicado el diputado de Hacienda, José María Iruarrizaga, la modificación se produce tras los acuerdos en la Comisión Mixta del Concierto Económico del pasado septiembre, en la que se estableció un déficit de referencia para las diputaciones del 0,9% del PIB para 2020 y del 0,8% para 2021, una vez suspendidas las reglas fiscales por la situación económica causada por la crisis sanitaria.

Con posterioridad, el Consejo Vasco de Finanzas Públicas acordó los criterios de reparto de ese déficit para cada territorio y, teniendo en cuenta ambos acuerdos, le corresponde a Bizkaia un déficit para 2020 de 298.552.000 euros, ha precisado.

De este modo, mediante esta modificación, se autoriza a la Diputación de Bizkaia para que realice operaciones de endeudamiento de carácter presupuestario siempre y cuando la Deuda Foral Viva a 31 de diciembre no exceda de 1.528.552.000 euros.

Además, se determina que el endeudamiento adicional de 298,55 millones al límite de deuda de la Diputación se podrá concertar para financiar el déficit o el remanente de tesorería negativo del año 2020, independientemente de su origen, tanto el proveniente de gastos de capital como de gasto corriente.

EH Bildu ha propuesto incorporar al texto la posibilidad de compartir con ayuntamientos parte de ese endeudamiento adicional de la Diputación para dejar la "puerta abierta" a que los municipios puedan financiar gastos consecuencia de la pandemia. En este sentido, ha advertido de que la caída de ingresos por la crisis tiene un efecto "más negativo" para los ayuntamientos que para la administración foral.

Su juntera Arantza Urkaregi ha manifestado que su grupo no pone en duda la necesidad de endeudamiento, pero sí "el cuánto y el para qué". De este modo, ha señalado que, a su entender, primero se deberían determinar las necesidades existentes y luego el endeudamiento, cuyo límite podía haber sido "mayor".

Las enmiendas de Elkarrekin Bizkaia, por su parte, han ido dirigidas a que el aumento del endeudamiento sea "no sólo para cuadrar la caja" y, por ello, ha planteado que pudiera alcanzar los 400,5 millones para poner en marcha medidas para paliar los efectos de la crisis, en vez de "seguir poniendo parches", y para cumplir con los compromisos de financiación de los ayuntamientos.

En este sentido, su portavoz, Eneritz de Madariaga, ha insistido en que es preciso hacer frente a las consecuencias de la crisis, y no sólo a la bajada de recaudación, e "inyectar dinero para políticas más expansivas" que las que se han desarrollado este año.

NO ES UN "CAPRICHO"

Desde los grupos del Gobierno foral, el apoderado del PNV Unai Lerma ha advertido de que, aunque quizá no haya consecuencias "graves" por superar un porcentaje concreto de déficit, "lo que no está suspendido es la responsabilidad fiscal, únicamente los objetivos".

Asimismo, ha incidido en que, gracias a la capacidad de endeudamiento de la Diputación, "se va a poder aplazar la liquidación de Udalkutxa de los ayuntamientos, se les ha suspendido las reglas fiscales que deban cumplir y se les da mayor margen de maniobra". "No se puede plantear que no se esté ayudando a los ayuntamientos y que no se cumple con los compromisos", ha criticado a los grupos de la oposición.

Por su parte, el juntero del PSE Jesús Ortiz ha defendido que el endeudamiento planteado es "fundamental" para "ayudar a las personas y empresas", si bien ha advertido de que "las deudas hay que pagarlas y el nivel de endeudamiento no puede ser infinito".

De este modo, ha incidido en que la cifra de 298 millones "no es un capricho", sino que es "fruto del consenso" entre todas las administraciones implicadas, incluidos los ayuntamientos representados por Eudel.

Finalmente, la portavoz del PP, Amaya Fernández, ha recordado el "intenso daño" en las cuentas públicas que está provocando la pandemia y ha remarcado que la modificación del endeudamiento se produce "en un contexto y para un contexto" que no tiene precedentes y que está teniendo consecuencias "demoledoras".

De este modo, ha indicado que la reforma supone "dibujar un marco" en el caben "ayudas y esfuerzos" para sostener la actividad "severamente castigada" por la crisis y a los propios ayuntamientos.