A pesar de todos los obstáculos, reveses y malos augurios, la esperanza de que la Lotería de Navidad toque a los compradores habituales parece seguir presente. “La ilusión se mantiene”, asegura Sergio Echevarría antes de sacar de uno de sus cajones secretos una prueba de ello. Como si de un tesoro se tratara muestra un décimo del 14320, el número que más rápido se ha vendido en los últimos años en una campaña navideña. El 14 del 3 del 20 fue el día que se decretó el estado de alarma en que casi todavía vivimos y para los más fanáticos es un número fetiche que todo el mundo quiso comprar cuando en julio se pusieron a la venta los décimos para el sorteo del 22 de diciembre. “Vendimos toda la serie en apenas unas horas”, indica Asun Azcarreta a la que se consignó diez décimos del 14320. Algo similar le ocurrió a Sergio Echeverría que también le quitaron de las manos en un suspiro las participaciones que recibió de Madrid. Comenta que “sin pretenderlo, Loterías distribuyó este número por muchas administraciones del Estado aunque eso no fue obstáculo para que se vendiera rápidamente”. El décimo que todavía tiene en su poder Sergio ya está abonado por un cliente habitual que lo ha dejado en depósito “y estoy a la espera de que venga a buscarlo”, indica. Asun Azcarreta reflexiona sobre el convencimiento que existe todos los años de que los números asociados a catástrofes o hechos especiales ocurridos durante el ejercicio van a tocar. “Muchos creen que es algo absurdo pero desde que nosotros en el sorteo de Navidad de 1983, tras las inundaciones, repartimos 6.000 millones de pesetas después que todo el mundo nos dijo que íbamos a vender el Gordo pues... quizás más que casualidad fue causalidad”, indica. Quien sabe, como caiga el Gordo en el 14320 muchos cambiarán su criterio en próximos sorteos.