La alcaldesa de Barakaldo, Amaia del Campo, cuando tiene que firmar una tarjeta de tenencia de armas no se siente identificada. Y es que en la zona en la que tiene que estampar su firma solo pone “el alcalde” y se desecha la opción de que, tal y como ocurre en la localidad fabril desde hace cinco años y medio, sea una mujer la rectora de la localidad. Ante esta situación, ya en 2015, Del Campo contactó con la dirección general de la Guardia Civil -cuerpo encargado de expedir ese documento- para trasladarles la necesidad de incluir ambos géneros en la firma.

Volvió a quejarse, esta vez por escrito, en septiembre de 2017 y, ahora, tres años después, ha dado un paso más y la primera edil fabril, la primera alcaldesa en la historia de Barakaldo, ha remitido un escrito a la ministra de Igualdad, Irene Montero, la ministra de Defensa, Margarita Robles, la directora de la Guardia Civil, María Gámez, el Instituto de la Mujer y Emakunde alertando de esta situación. “Es algo muy preocupante y que invisibiliza la labor de las mujeres en las instituciones. Lamentablemente las mujeres seguimos sufriendo múltiples discriminaciones y seguramente esta no será la más grave que tengamos que padecer, pero considero que las instituciones públicas debemos dar ejemplo y me parece inaceptable que algo tan sencillo siga aún sin resolverse”, indicó Del Campo, la alcaldesa de Barakaldo, quien subrayó que todavía en algunos documentos siga poniendo “el alcalde”.