LA evolución demográfica a nivel mundial plantea una nueva realidad en la que el envejecimiento de la población es protagonista con las consiguientes necesidades de políticas y programas dirigidos a los mayores. En este contexto, el Día Internacional de las Personas de Edad que hoy se celebra pone de manifiesto la necesidad de responder a los desafíos que plantea una generación clave por su experiencia, talento y valía demostrada durante sus años en activo en términos laborales.

Las cifras globales pronostican que para el año 2050, la cifra de personas mayores en Europa superará a la de niños. En concreto, las proyecciones demográficas indican que la proporción de población de 65 y más años llegará al 24,1% en 2030 y al 28,2% en 2050. Un fenómeno cuyo avance es palpable en Euskadi y que permite prever que en Bizkaia en 2025, el 42% de la población tendrá 55 años o más. De hecho, el territorio histórico vizcaino es el que posee la estructura demográfica más envejecida de la CAPV.

Consecuencias

El envejecimiento de la población tiene consecuencias de todo orden, sobre todo sociales, que pueden representar nuevas amenazas y/o oportunidades para el bienestar de la población en el futuro y que, por tanto, deben ser previstas de cara a guiar la elaboración de las políticas públicas.

El envejecimiento de la población constituye uno de los mayores logros sociales de la época reciente, y actualmente, la mayoría de personas consigue vivir hasta edades que en épocas anteriores solo alcanzaba una minoría de la población. El fenómeno conlleva importantes procesos de transformación social, y este cambio en la estructura de edades de la población supone y supondrá en el futuro uno de los mayores retos políticos y sociales.

En nuestros días, las políticas sociales avanzan hacia la potenciación de la atención y los cuidados a los mayores, con una creciente oferta de plazas en residencias y de servicios como centros de día, de ayuda a domicilio, programas de fomento de hábitos saludables, instalaciones para promover el ejercicio físico en los parques... Todo ello con el objetivo de fomentar el desarrollo personal y social facilitando el disfrute del tiempo libre y la participación en la vida social y comunitaria. Además de contribuir a que la persona mayor permanezca en su entorno durante el mayor tiempo y en la mejor situación posible, ayudando a prevenir la dependencia y a potenciar la autonomía en unas condiciones de vida digna.