Ante la situación de emergencia generada con motivo de la crisis del coronavirus (Covid-19), la Fundación "la Caixa" destina 3 millones de euros a ayudas extraordinarias para la alimentación de familias vulnerables. Se calcula que esta inyección económica puede contribuir a paliar la situación económica de 138 familias en Bizkaia.

En total, se espera que esta partida llegue a más de 10.000 familias que la entidad atiende anualmente de forma habitual a través de su programa de CaixaProinfancia, de lucha contra la pobreza infantil. Las familias recibirán una ayuda de 300 euros cada una a través de una tarjeta que permite comprar en los establecimientos de alimentación. Estas ayudas se canalizarán a través de las 400 entidades sociales que implementan el programa CaixaProinfancia.

En lo que va de 2020, en Bizkaia, CaixaProinfancia ha atendido a más de 500 niños y niñas, con lo que ha llegado a 334 familias en riesgo de exclusión. Esta iniciativa que responde a la situación de excepcionalidad tiene como objetivo ofrecer un apoyo económico a las familias en situación más vulnerable, que pueden ver más afectadas sus fuentes de ingresos en el contexto actual.

El programa de la Fundación "la Caixa" trabaja con la premisa de que las condiciones de entorno, como la salud, la organización familiar o la red social, influyen directamente sobre los procesos de aprendizaje y la escolarización, de manera que los niños y adolescentes que viven en contextos vulnerables tienen más dificultades para alcanzar el éxito escolar. En situaciones como la que estamos viviendo, son las familias con menos recursos las que más sufren el impacto que tienen estas crisis. Por este motivo, la Fundación "la Caixa" refuerza su acción sobre estas familias centrándose en un aspecto tan fundamental y necesario como la alimentación infantil.

CaixaProinfancia es el programa de atención a la infancia en situación de pobreza y exclusión de la Fundación "la Caixa" dirigido a familias con niños y niñas y adolescentes de entre 0 y 18 años en situación de vulnerabilidad y que el pasado año atendió a más de 62.000 menores y 37.000 familias, destinando más de 60 millones de euros en ayudas educativas y sociales.

El objetivo del programa es romper la línea de transmisión de la pobreza de padres a hijos, favoreciendo el pleno potencial y las capacidades de los menores. Este objetivo se concreta en el desarrollo de cinco grandes líneas de trabajo: refuerzo educativo, educación no formal y tiempo libre, apoyo educativo familiar, atención y terapia psicosocial, promoción de la salud.