Zalla - Transcurrido un mes desde el derrumbe del vertedero de Zaldibar, una concentración silenciosa en la plaza Euskadi de Zalla recordó ayer a las dos personas que permanecen sepultadas: Joaquín Beltrán, vecino de la localidad, cuya familia convocó el acto, y Alberto Sololuze. La iniciativa contó con el respaldo de todos los partidos de la corporación municipal.

En la sesión plenaria que tuvo lugar el miércoles tanto el equipo de gobierno conformado por PNV y PSE, como Zalla Bai y EH Bildu se sumaron al llamamiento a la ciudadanía a reunirse bajo la pancarta instalada en la plaza y junto a los faroles y las velas iluminados, haciéndose eco de una moción de urgencia registrada por la familia para su debate y aprobación.

"Seguro que estos días hemos pensado en cómo reaccionaríamos ante una tragedia así, en cómo estaríamos si Joaquín fuera nuestro hijo, nuestro padre, nuestro marido o nuestro amigo. Sin lugar a dudas, estaríamos rotos de dolor y necesitaríamos más que nunca el apoyo de todos los que nos rodean", reflexionó el alcalde, Juanra Urkijo. En un municipio como Zalla "muchos conocemos a algún familiar o amigo de Joaquín y sabemos lo que están pasando". "Nos trasladan que lo único que quieren es que no nos olvidemos de Joaquín ni de Alberto. Por ello, "nuestra posición no puede ser otra que sí: a la concentración silenciosa, a mantener vivo su recuerdo, sí a apoyar a las familias en lo que haga falta, a que se haga todo lo posible para encontrar lo antes posible a Joaquín y Alberto". "Este grupo y el Ayuntamiento al completo están a disposición de las familias", ofreció.

"Calvario" En la concentración, tomó la palabra Marta Álvarez, cuñada de Joaquín Beltrán, que transmitió "todo el dolor, el calvario, la agonía y el desgarro por el que estamos pasando y lo orgullosos que estamos de él". Se preguntó cómo explicar a sus seres queridos que "su héroe perdió la vida por la codicia de unos y la mala praxis de otros" en una tragedia que "se podía haber evitado" y "permanece cubierto por toneladas de residuos por no poner todos los medios necesarios". "Cada minuto que siguen ahí" se "vulnera" el derecho a la dignidad de las personas, concluyó.