Bilbao - El aeropuerto de Bilbao está registrando una media de 30 minutos de retraso en el despegue de sus vuelos con motivo de la huelga indefinida que está protagonizando la plantilla de la empresa que gestiona para el aeródromo las pasarelas que conectan la terminal con los aviones.

Así lo han confirmado fuentes de Aena, el ente público que gestiona todos los aeropuertos del Estado, a la hora de valorar la primera semana de paros en esta gestión tan específica que “está afectando a la calidad del servicio que se presta a los viajeros”, indicaron.

Una huelga a la que no se ve solución ya que según el sindicato convocante CSIF “las negociaciones con la empresa responsable, Dinaim System, están rotas”. Además esta central ha denunciado el pasado martes por la vía penal a la dirección del aeropuerto por “incumplir” los servicios mínimos designados por el ministerio de Fomento.

La huelga está suponiendo que los conocidos en el argot aeronáutico como fingers no puedan ser utilizados por los pasajeros, lo que supone que las compañías tengan que trasladarlos en autobuses hasta los estacionamientos de los aviones en la plataforma aérea y después que usen las escalerillas para acceder a la aeronave. Lo que se define como embarcar en remoto.

Este escenario está suponiendo que, por ejemplo, los usuarios se mojen si llueve a la hora de subir a los aviones y que las dos exiguas zonas de embarque, ubicadas en la planta baja de la terminal y que atienden a la vez hasta a tres vuelos como máximo, se saturen sobre todo en las conexiones con aviones más grandes. También afecta a todos los servicios de tierra de las compañías aéreas.

Según han indicado fuentes de la dirección, si habitualmente cada jornada se atiende en los fingers a un centenar de aeronaves, está semana se ha rebajado a cuatro de media cumpliendo los servicios mínimos.

Una situación que el sindicato CSIF, que defiende las reivindicaciones salariales de la plantilla de 13 empleados, considera que es ilegal. Por ello ha interpuesto una denuncia penal en el Juzgado de Guardia contra la jefa del departamento de Operaciones y Seguridad del aeropuerto “por haber incurrido en un delito contra los derechos de los trabajadores, al impedir y limitar el ejercicio del derecho de la huelga”, indican.

Disparidad de criterios Consideran desde el sindicato que “la empresa cuenta con el encubierto apoyo de la dirección del aeropuerto, que es quien distribuye los aviones y quien hasta la fecha ha intentado por todos los medios saltarse los criterios de Fomento”. Por ello concreta la denuncia que Aena “establece un criterio de asignación de las pasarelas” al margen de la orden ministerial. Especifica que la dirección lo hace para aquellos aviones que no puedan ser atendidos en remoto “por falta de medios”, cuando según el Ministerio solo se podía hacer “cuando hubiese limitaciones exclusivamente técnicas”, considerando en la denuncia que “la capacidad humana de cada compañía para atender en remoto no es una cuestión técnica”.

La ambigüedad por parte de Fomento a la hora de determinar cuándo los aviones tenían que ir a pasarela llevó a la empresa Dimaim a pedirle que aclarara los términos concretos. Según indicaron ayer fuentes de la dirección del aeródromo la respuesta confirmó que “los servicios mínimos son coherentes con el criterio de asignación de medios implantado, en el sentido de que, para atender a un avión sin pasarela es necesario, no solo que exista un aparcamiento remoto disponible, sino también que esté disponible la puerta de embarque en la que atender al pasaje, el autobús que le traslada al avión o las escaleras de subida y bajada”. Además, consideran que “se debe garantizar la atención a colectivos vulnerables protegidos por normas específicas, como los pasajeros de movilidad reducida”.

Desde el sindicato discrepan y acusan a Aena de “boicotear la huelga al obligar a sus propios trabajadores a que fuercen el procedimiento por el que asignar a pasarela aviones que tienen que operar en remoto”.