Bilbao - El 1 de julio de 2015, el candidato del PNV, Unai Rementeria, fue investido como diputado general en la Casa de Juntas de Gernika. Han pasado ya casi cuatro años desde aquel día, su primera legislatura al frente de la institución foral. Cuatro años en los que el territorio ha ganado en presencia internacional, se ha cerrado un 2018 único en eventos internacionales, se han superado los peores momentos de la crisis económica y se han apuntalado proyectos clave para la movilidad como las conexiones ferroviarias de Galdakao y el sur de Bilbao, el túnel bajo la ría o la segunda fase de la Supersur, y para el futuro económico del territorio, con una apuesta firme por el emprendimiento y la economía plateada. Piezas, avanza Rementeria, de un gran puzle que conformarán la tercera revolución del territorio, tras la del hierro y el Guggenheim. “La nueva movilidad, la digitalización, el Centro Internacional de Emprendimiento y hacer de la ría la gran avenida de Bizkaia nos sitúan ante un nuevo territorio pensado, sobre todo, para vivir mejor”, augura el diputado general.

Comenzó la legislatura viajando a Washington, para participar en el Smithsonian Folklife Festival, y la ha terminado con un segundo viaje a Madrid. ¿Se ha logrado poner a Bizkaia en el mapa a lo largo de estos cuatro años?

-Yo defiendo que sí. Fue la primera vez que la sociedad vasca, Euskadi y toda la diáspora tanto de Estados Unidos como de Latinoamérica, estábamos en el mall de Washington, la capital más influyente en el mundo. Quizá no somos conscientes, pero aquello fue muy importante. Todos esos viajes que hemos hecho con delegaciones comerciales trasladan al mundo que algo está pasando en Bizkaia y en Bilbao.

Y todos esos viajes, ¿para qué sirven? ¿Están recogiendo ya los frutos de ese trabajo?

-Todos son ingredientes importantes. En los últimos dos años, hay más de treinta empresas que han decidido ampliar sus instalaciones o implantarse en Bizkaia. Y eso no es fruto de la casualidad, sino porque ven que el ecosistema funciona, que este es un ámbito estable y seguro, y que se han tomado decisiones en cuanto a fiscalidad, a emprendimiento y a creación de nuevas empresas. Se pudo ver en Madrid; allí había dos empresas explicando por qué habían decidido trasladarse a Bizkaia.

2018 pasará a la historia por ser un año espectacular: la gala de los premios EMA de la MTV, los The Worlds 50 Best Restaurants, las finales europeas de rugby, las etapas de la Vuelta a España... ¿Esos eventos son flor de un día?

-No. Yo hablé en petit comité en 50 Best o MTV con personas que era la primera vez que venían aquí y se quedaron gratamente sorprendidas porque tenemos una calidad de vida, una seguridad, una estabilidad y una gastronomía que les llaman mucho la atención. Y eso es buenísimo.

¿Habrá más?

-Sí. MTV y 50 Best quieren seguir unidos con nosotros. Todo ha salido a la perfección y eso demuestra que no solo la Administración, sino toda la sociedad vasca es seria, tiene infraestructuras adecuadas y sabe organizar eventos de este tipo. Y eso es un valor.

¿Alguno está ya cerrado?

-Nosotros seguimos trabajando hasta el último momento. La fruta hay que comerla cuando esté madura y los proyectos, también. Los políticos tendríamos que ser como los árbitros de fútbol; no se tendría que hablar de nosotros, sino de los proyectos y las ideas para ganar en calidad de vida.

Comenzó la legislatura prometiendo la creación de 10.000 puestos de trabajo. ¿Ha cumplido ese objetivo?

-En este momento hay 27.700 personas menos en el paro que hace cuatro años y, a medida en que la economía va mejor, se está generando más empleo.

¿Es suficiente? ¿O han cambiado hoy en día los objetivos?

-Nunca es suficiente. En este momento tenemos un ratio de paro en torno a un 10-11% de paro. Ahí hay gente que todavía tiene que salir de esa situación.

Más que la cantidad de puestos de trabajo, a los ciudadanos les preocupa hoy en día más la calidad de este empleo. ¿Comparte esa preocupación?

-Por supuesto. Nos tendría que preocupar a todos. El empleo juvenil tiene que tender a ser de más calidad, de jornadas completas y no por horas... Pero es una lucha en la que nos tenemos que centrar toda la sociedad, las administraciones públicas también, pero fundamentalmente corresponde también a las empresas. De ahí, por mi parte, medidas como las que he querido impulsar de mejorar la calidad del empleo, mejorar los salarios, incluso las EPSV de empleo, todo obedece a esas mejoras en el empleo.

¿Cómo van esas EPSV de empleo?

-Bien. Tengo muy claro que son buenas para los trabajadores vizcainos y voy a hacer todo lo que esté en manos de esta Administración para que eso salga adelante. Ni los sindicatos ni las empresas, por mucho que públicamente en su momento pudieran decir algo, lo ven con malos ojos.

Finalmente parece que no va a ser posible salvar La Naval, al menos tal y como la hemos conocido hasta ahora.

-Como Diputación siempre hemos estado dispuestos a ayudar si surgía un inversor privado, en la medida de nuestras posibilidades, pero no ha sido así. Ahora hay un ERE de liquidación encima de la mesa, recursos por parte de los sindicatos, hay determinados puestos de trabajo que se van a deslocalizar porque están en otras ubicaciones... Esto va a ir cumpliendo etapas y tenemos que estar a la espera de lo que pueda ocurrir.

¿Qué futuro le queda?

-Esa es una ubicación industrial importante y desde la Diputación vamos a trabajar para que lo siga siendo, para que siga habiendo industria en Bizkaia. Pero, reconociendo lo importante que es La Naval y los trabajos directos e indirectos que genera, también es cierto que ha habido muchísimas implantaciones industriales importantes en Bizkaia en los últimos años.

Según los datos que hemos conocido esta misma semana, la recaudación sigue creciendo en Bizkaia. ¿Hay motivos para el optimismo?

-Son todavía datos de febrero. ¿Optimismo? No es un dato significativo pero esa tendencia es importante; que estemos en cifras de crecimiento del 3%, 47 millones de euros más que el ejercicio anterior, es algo positivo.

El Centro Internacional de Emprendimiento, el Nagusi Intelligence Center, el Energy Intelligence Center... ¿Bizkaia ha sentado ya las bases para su futuro?

-Yo veo con mucho optimismo el futuro de Bizkaia. Estas son piezas de un puzle mayor. Estamos ante la tercera revolución de Bizkaia; la revolución industrial, primero, y la del Guggenheim, después, cambiaron el territorio. La nueva movilidad, la digitalización, el Centro Internacional de Emprendimiento y hacer de la ría la gran avenida de Bizkaia nos sitúan ante un nuevo territorio pensado, sobre todo, para vivir mejor. Todo son piezas de un gran puzle, que estamos colocando de forma coherente.

¿A qué se refiere con una gran avenida?

-En Bizkaia somos costa, un territorio verde y una ría que va desde Durango hasta la desembocadura, en Getxo y Zierbena. Esa ría hay que concebirla como una gran avenida con las enormes oportunidades que nos ofrece esa nueva forma de moverse, la digitalización... Es un proyectazo.

¿Y qué lugar ocupa el turismo en todo ese planteamiento?

-Es un factor importante y tiene su peso en la economía, en torno al 7-8% del PIB. La industria es la que tiene que tener un peso de envergadura y, aunque ayuda, nuestra economía no se puede fundamentar en el turismo.

¿Confía en que el TAV llegue a Bilbao en 2023?

-Es una asignatura pendiente que tiene Madrid con Euskadi desde hace muchísimos años y hay que exigir que se cumpla. El TAV nos va a hacer ganar competitividad de una forma brutal.

El delegado del Gobierno en Euskadi, Jesús Loza, advirtió de que va a ser difícil que se alcance esa fecha.

-Tiene que haber voluntad política. Esas obras ya están en marcha y lo que tengo claro es que esta Diputación, y lo que yo represento desde el punto de vista político como PNV, vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para que la Administración que es competente, que es Madrid, cumpla.

La colaboración con el Ayuntamiento de Bilbao ha sido una constante a lo largo de estos cuatro años.

-Sí. Hemos fortalecido los proyectos que estamos desarrollando no solo a nivel turístico sino también para generar actividad económica y calidad de vida para Bizkaia.

¿Se mantendrá el futuro?

-Rotundamente, sí.

Últimamente ha hecho mucho hincapié en la bicicleta. ¿Es posible moverse en bici por Bizkaia?

-Hoy en día, obviamente no. Andando se pueden hacer tránsitos de hasta un kilómetro; en bicicleta, hasta tres o cinco, y a partir de ahí, tren, metro o autobús. Yo creo en eso pero tenemos que hacer infraestructuras para que la bicicleta sea una realidad. El futuro bidegorri entre Durango y Amorebieta, que aglutina centros escolares, empresas... es un comienzo importante.

Mientras tanto se siguen poniendo las bases de infraestructuras que son muy importantes para la metrópoli...

-No solo la metrópoli. Nosotros, en cuanto a carreteras y movilidad, actuamos en todo el territorio. Hemos invertido 110 millones de euros en hacer obras en todas las comarcas de Bizkaia.

Iba a preguntarle por el subfluvial de la ría.

-Uno de los aspectos importantes de esa tercera revolución es la movilidad. Con la Supersur completada y ese túnel bajo la ría consigues una alternativa para los grandes flujos de Eskuinaldea, Ezkerraldea y Bilbao. Ganas en seguridad, en menor contaminación y en tantos aspectos para tranquilizar esa metrópoli, esa gran avenida de Bizkaia. Y ahí puedes entrar ya con infraestructuras para bicicleta y zapatilla, con transporte público...

¿Y la segunda fase de la Supersur?

-Adjudicada y en marcha.

¿Merece la pena acometer esa segunda fase con una utilización que todavía está por debajo de las previsiones iniciales?

-Pese a estar sin terminar, está teniendo crecimientos del 8% año tras año. La Variante Sur Metropolitana se tiene que terminar para que tenga toda su virtualidad.

¿Está satisfecho de cómo ha funcionado el pacto de gobierno con el PSE?

-Sin duda. Está yendo bien: somos un solo gobierno de dos formaciones políticas.

¿Ha habido fricciones?

-No, las habríais conocido.

¿Le molestaron las críticas del portavoz socialista en las Juntas Generales, Ekain Rico, al anuncio que hizo con la consejera Aran-txa Tapia sobre la conexión ferroviaria a Galdakao?

-No y, al margen de nombres, no voy a entrar a valorar las opiniones de uno u otro juntero. Yo lo que tengo claro es la idea y el proyecto; menos hablar de políticos y más hablar de ideas. Lo que el Gobierno vasco y nosotros pusimos encima de la mesa es un proyecto con nombre y apellidos, con tiempos, con 2021 como fecha para dar comienzo a las obras... Pero con una forma de moverse que es eficiente, sostenible y da sentido a toda la infraestructura que ya existe. Y a partir de ahí, afrontaremos ese segundo tramo, donde están los barrios de Galdakao, para acercarse al metro. Es bueno para todo; en primer lugar, porque acerca a las poblaciones de Durangaldea, Lea Artibai y Busturialdea a su hospital de referencia; y porque damos solución al centro de Galdakao en un primer tramo, y luego vendrá el segundo.

¿Llegará el metro a Galdakao? ¿Ahora sí?

-Sí, porque hemos puesto fechas. En 2021 esta Diputación va a reservar una partida presupuestaria para que empiece de esa forma.

¿Se atrevería a aventurar cuándo?

-La obra se inicia en 2021 y será el estudio informativo el que nos diga cuándo termina.

¿Y a Rekalde?

-Yo he abogado por la necesidad de estudiar un metro que dé cobertura a todos los barrios que están situados al sur de Bilbao. Lógicamente, eso incluye también Rekalde e Irala. Lo tendrá que analizar el estudio informativo.

¿Qué le parecieron las declaraciones de la Fiscal Superior del País Vasco, Carmen Adán, en el sentido de que la saturación en los centros de menores extranjeros lleva a estos a delinquir?

-Yo no tengo que opinar respecto a una declaración. Yo respeto totalmente su opinión, porque tampoco está muy lejano a señalar que, si los centros que tenemos para los menores están saturados, nosotros no podemos ofrecer lo que debemos como sociedad, que es un proyecto de vida. Si recibimos muchísimos menas, no podemos dar cobertura. Todos estamos en una única opinión: la solución no es abrir más y más centros, sino hacer un reparto equitativo y poner cupos. Porque si el Estado español es el competente, tiene que dar una solución.

A punto de finalizar la legislatura, ¿ha hecho ya balance de sus primeros cuatro años como diputado general?

-Si le soy sincero, no, y no lo he hecho porque, aunque suene a tópico, todavía quedan cosas por hacer y seguimos, como el primer día, tomando decisiones. Hacer un balance cuesta cuando lo que tienes que hacer es seguir trabajando día a día.

¿En qué trabaja estos últimos meses la Diputación?

-Parece que no somos conscientes, pero todos los servicios públicos que presta esta Administración tienen que estar en orden: las carreteras tienen que estar limpias, las residencias tienen que seguir funcionando... Y eso son decisiones que se toman día a día.

¿Está satisfecho?

-Sí, porque, insisto, todo eso está funcionando y aquel compromiso plasmado en el Bizkaia Goazen 2030 se está cumpliendo. En las rendiciones de cuentas que estoy haciendo, para contar lo que se ha hecho y lo que no, y por qué no lo has hecho, percibes la sensación de que vamos en buena dirección.

¿Quedan cosas en el tintero?

-Probablemente; cosas que todavía no se han ultimado y se tendrán que hacer o bien en lo que queda o a posteriori. Es algo humano y hay que afrontarlo.