Muskiz - La ciudadanía de Muskiz amaneció ayer tremendamente afectada y enfadada por los incendios que durante la tarde noche del domingo arrasaron cerca de 110 hectáreas de arbolado de la zona alta del municipio y que afectó especialmente a los barrios de El Carrascal, La Cadena y Valle, enclave este último perteneciente al núcleo de Pobeña, y que obligó a cortar el trafico rodado tanto en la autovía A-8 como en la N-634. Un suceso al que hicieron frente dotaciones de bomberos procedentes de los parques forales de Urioste, Artaza, Basauri y Zalla así como bomberos de Bilbao, Castro Urdiales y de la empresa Petronor, que acudieron a la zona y lograron controlar y sofocar el incendio a lo largo de la madrugada de ayer.

Una actuación coordinada que evitó que el incendio -que se extendió, aunque sin tanta virulencia, a los restantes municipios de la comarca- ocasionara daños personales o afectara a los numerosos animales de granja que se concentran en la zona, pero que sí afectó a un invernadero familiar y a una chabola de aperos. No obstante, la mayor afección del fuego recayó, de manera significativa, en el joven arbolado autóctono plantado en los últimos años en la zona por el Ayuntamiento en colaboración con todo tipo de asociaciones del municipio.

“En mi fuero interno tengo la convicción de que estos fuegos han sido provocados. Parece imposible que un fuego que se produzca en la zona de Mello pueda trasladarse a Janeo habiendo carreteras de por medio, grupos de viviendas y que en el medio no haya habido ningún fuego. Tiene toda la pinta de que ha podido ser así, aunque no alcanzo a comprender el objetivo que se persigue con estos actos”, destacó el alcalde de Muskiz, Borja Liaño, quien después de vivir una agitada noche de lucha contra el fuego se desplazó ayer al barrio de El Carrascal, el más afectado, para conocer de primera mano el estado de los vecinos y sus propiedades.

Una visita que coincidió con los últimos estertores de esta debacle ambiental que fue atendida casi desde el alba por efectivos de la empresa pública foral Basalan. Unos trabajadores que tomaron el relevo a las más de 150 personas que colaboraron activamente en la extinción del incendio, que comenzó entre las 19.00 y 19.30 horas del domingo y cuyo origen es investigado por agentes de la Ertzaintza.

“Lo único que podemos sacar como positivo de este suceso es la solidaridad de la gente. Han estado funcionando más de veinte camiones de bomberos de la Diputación, personal de Basalan, el apoyo de Petronor con un camión y dos cisternas, bomberos de Bilbao y de Castro Urdiales, muchísimas patrullas de la Ertzaintza colaborando incansablemente en el municipio, la patrulla de rescate de montaña la agrupación de Protección Civil y muchos vecinos que llamaban y preguntaban a ver si podían ayudar en algo”, describió el regidor muskiztarra, que también tuvo palabras de agradecimiento para la Cruz Roja que habilitó un centro de atención en el polideportivo municipal para cuarenta personas.

”Se acercaron algunas de las personas desalojadas, pero nadie se quedó allí porque prefirieron buscar un ambiente más amigable y se desplazaron a casa de familiares y amigos”, explicó Liaño.

Según destacaron los equipos de emergencias que ayer permanecieron en el lugar hasta primera hora de la tarde, el cambio de las condiciones del viento en la madrugada y la bajada de temperaturas ayudaron en las labores del operativo, que también se vieron facilitadas por la red de pistas de la zona, que actuaron en algunos casos como cortafuegos y facilitaron la llegada de los efectivos a los puntos en los que se desarrolló el incendio.

Según puso de relieve el alcalde de Muskiz, este suceso “ha puesto de manifiesto que somos capaces de funcionar muy bien en una situación de este tipo, adelantándonos a la situación de un riesgo latente. Además, teníamos todo preparado para llevar a cabo una evacuación si hubiera sido necesaria”.