Barakaldo - La situación de la Residencia Miranda, centro que atiende a 232 mayores, da una nueva vuelta de tuerca con la llegada del mes de noviembre. Hoy entran en vigor las medidas adoptadas por la gerencia de la fundación que aplicará el artículo número 41 del Estatuto de los Trabajadores variando así las condiciones de trabajo de la plantilla de manera unilateral. Esta decisión, que afectará a más del 10% del personal de la fundación, tendrá un impacto inmediato en el día a día de la residencia, puesto que una veintena de trabajadores han comunicado que no continuarán en sus puestos de trabajo. “Se va a producir una salida masiva de trabajadores que no pueden asumir este recorte. Ya hay, al menos, una veintena de personas que han comunicado que no seguirán”, explicó Blanca Mardones, representante del comité de empresa de la Fundación Miranda quien agregó que “iremos hasta donde haga falta para dar la vuelta a la situación de la Fundación Miranda”.
Estas medidas aplicadas por la gerencia llegan tras otras acciones como el despido de la doctora que llevaba más de 27 años trabajando en el centro. “En este caso, el abogado de la Fundación ha sido incapaz de defender este despido improcedente”, explicó Enrique de la Peña, miembro de Babestu, colectivo de familiares de usuarios de residencias de mayores. La “deriva” de la residencia fabril ha sido “constante” en los últimos dos años, más si cabe teniendo en cuenta que las tarifas se subieron “hasta 700 euros al mes a los residentes autónomos”, las personas que se valen por sí mismas. De estos casos, tres han sido denunciados ante la justicia y, sobre uno de ellos, hay sentencia favorable al residente, fallo que aún puede ser recurrido por la Fundación. Esta sentencia dicta que dicha subida no se rigió por el principio de buena fe ya que, entre otros aspectos, la medida se adoptó a falta de diez días de que comenzase el año y que “no era esperable” al ser esta mucho más cuantiosa que otras veces.
En la comparecencia de ayer en la que estuvieron presentes todas las partes que conforman la mesa de trabajo que analiza la situación de la Fundación Miranda, se volvió a reiterar la petición “del cese del gerente y la dimisión en pleno del patronato”. Asimismo, se indicó que el Plan de Viabilidad que el Protectorado de Fundaciones del Gobierno vasco solicitó a la Fundación Miranda, aún no ha recibido el visto bueno de Lakua por “haberse detectado lagunas”. En caso de no ser aprobado el plan, la gestión de Miranda podría recaer en el mencionado protectorado.