Ortuella - Siempre se dice que las fiestas patronales son un buen momento para que toda la ciudadanía pueda disfrutar de los actos festivos pensados para proporcionar alternativas de diversión a todas las franjas de edad. Ortuella y sus festejos de San Félix Cantalicio, sin embargo, no solo tienen presentes en su oferta la edad de sus participantes si no que abordan, de manera encomiable, propuestas en las que también tengan cabida las expectativas de las personas con diversidad funcional y puedan contar con su espacio de expresión. Este es el caso de la cita que tendrá lugar este sábado a partir de las 17.00 horas en la plaza de Otxartaga en la que el escenario central de la plaza parque acogerá la actuación de una veintena de bailarines entre los que se incluyen un nutrido grupo de personas con diversidad funcional que darán rienda suelta a su capacidad expresiva a través del baile y la danza Brut.

“Nos servimos de la danza Brut o lo que es lo mismo, danza genuina, para referirse al arte creado por gentes ajenas al mundo artístico sin una formación académica”, reseña Sarah Ramírez, directora y coreógrafa de la asociación Despertar Los Sentidos que pretende ser “un canto a los cuerpos diferentes, a los cerebros dispares, los ritmos desiguales y los movimientos diversos”, resume Ramírez quien destaca que los montajes “son el reflejo de una creatividad pura sin contaminar por la imitación de modelos ya establecidos, es decir son trabajos en las artes donde el primitivismo y la genuinidad toman posesión del montaje o coreografía”.

Diversidad La cita festiva contará con la participación de un gran elenco en el que tomarán parte jóvenes bailarinas de ballet clásico de Ortuella junto a un amplio grupo de personas con síndrome de Down e, incluso, de una persona afectada por parálisis cerebral producida por un accidente de tráfico. “Con la danza Brut no solo se aprende a bailar o hacer teatro? se trabaja la memoria, la perseverancia y la disciplina. Con esta técnica se aprenden capacidades que los participantes no conocían y que les servirán a ser más autónomos en su vida diaria: el placer de trabajar, de conseguir metas y objetivos, mejorando su autoestima”, reseña Ramírez quien subraya que en el trabajo con personas con diversidad funcional, “es importante que los demás valoren lo que tú haces, porque ese es el problema; que no se valora a la persona con capacidades diversas, en esta sociedad, está considerada por lo que no puede hacer, pero no por todo lo que aporta”.

La actuación prevista en Ortuella contará con diversas coreografías musicales de amplio repertorio en el que se incluye una pieza del grupo bilbaino Doctor Deseo, Una mirada diferente, que pretende reflejar precisamente que ”cada uno tiene su propio ritmo y eso hay que respetarlo. En nuestro arte tenemos rasgos diferentes y ritmos desiguales. Hay personas que llegan un poco desmotivados y con miedo, miedo a que se rían de ellos, pero cuando sienten y ven que tienen un espacio donde pueden desarrollar todo lo que llevan dentro y que hasta entonces, ni ellos mismos sabían que lo tenían, obtienen todos los beneficios que nadie puede imaginar”.

Surgida hace 13 años, la asociación Despertar Los Sentidos proclama que las personas con diversidad funcional “aportan una mirada totalmente distinta y una revolución en el arte de la comunicación humana”.