Bilbao - La entrada en servicio de la línea 3 del metro está sorprendiendo a propios y extraños. Su inclusión en el sistema ferroviario que gestiona Euskotren está trastocando los planes iniciales de la compañía ferroviaria dependiente del Gobierno vasco. La decisión, ya tomada, es que van a retrasar al menos hasta marzo de 2019, la entrada de los trenes que llegan de Gernika y Bermeo por el recorrido subterráneo de la línea 3, un cambio de ruta que estaba previsto en cuatro meses.

Al mantenimiento de los clientes en este recorrido hasta la estación de Atxuri se une el hecho de que desde el Gobierno vasco quieren esperar a contar con el proyecto de tranviarización del tramo ferroviario que va desde Bolueta hasta la mencionada estación terminal para que todas estas instalaciones sigan operativas y no queden durante meses vacías y sin uso.

Como se recordará, antes de la inauguración de la línea 3, Euskotren estableció un plan de explotación para que los trayectos que llegan a Bilbao desde Durango, Bermeo y Lezama se unificaran de forma escalonada en este recorrido subterráneo por el norte de la capital. Con ello se conseguía dar una mayor centralidad a sus tres líneas teniendo la nueva estación construida en el Casco Viejo como punto de referencia, un anhelo histórico para la compañía ferroviaria vasca y sus clientes.

La primera fase se desarrolló ya en el estreno de la línea 3, el 8 de abril del pasado año, cuando se integraron los convoyes que prestaban servicio por el Txorierri en el nuevo trazado entrando por la estación de Matiko. La segunda inclusión tuvo lugar en junio de 2017 cuando accedieron al itinerario subterráneo los trenes procedentes de Durango, Ermua e, incluso, los de Donostia y Hendaia.

Estos convoyes llegan a la estación de Kukullaga, en Etxebarri, y en vez de continuar hasta Atxuri como siempre lo hacían, ahora toman el trazado bajo tierra y se integran al carrusel de trenes de la línea 3 hasta llegar al Casco Viejo y Matiko.

A partir de septiembre estaba previsto que efectuaran la misma maniobra los trenes provenientes de Bermeo, con lo que el trazado hasta la estación de Atxuri quedaría huérfano. Esta última mudanza no se va a cumplir.

Fuentes de Euskotren han indicado a DEIA que “los buenos resultados que estamos teniendo con la línea 3 y sus relaciones con las dos que llegan nos están haciendo pensar algunas cosas”.

Según los datos facilitados por la compañía, el nuevo trayecto ferroviario por los barrios del norte de Bilbao sumó seis millones de pasajeros en su primer año de servicio. De esta cifra, 71 de cada cien viajes fueron realizados por clientes que usaron el tramo urbano entre las estaciones de Matiko y Kukullaga. Casi 18 de los trayectos, los efectuaron usuarios que provenían o se dirigían a la línea del Txorierri, y los once restantes desplazamientos tenían como origen o destino la línea general, la que llega de Donostia y pasa por Ermua, Durango y Amorebieta.

Se mantienen los clientes Durante este tiempo, los registros indican que los usuarios de la línea de la costa siguen teniendo como destino Atxuri y no se bajan en Kukullaga para tomar cualquiera de los trenes que con horario de suburbano se convierten en línea 3 en dirección al Casco Viejo. Un transbordo que la compañía creía que iba a ser generalizado por lo que oferta de centralidad y de conexión con las otras dos líneas del metro. Es más, desde Euskotren indican que se esta dando el fenómeno contrario “hay clientes que se bajan procedentes de la línea general en Kukullaga para seguir hasta Atxuri en lugar de seguir por línea 3”.

Además han notado que hay nuevos flujos de viajeros que hacen el transbordo con el metro en Bolueta, en vez de tomar el trayecto subterráneo por Otxarkoaga, Txurdinaga y Uribarri. Así mismo, las cifras indican que “más de 400 personas diarias toman el tranvía en Atxuri tras bajarse del tren y no podemos dejarlas sin servicio”, indican desde la compañía. Y hay que tener en cuenta que también se ofrecen una docena de servicios directos entre Durango y Atxuri a primera hora de la mañana que no se puedan retirar.

Todos estos nuevos elementos han llevado a los responsables de Euskotren a darse un tiempo y analizar los datos que se tomen en un año completo, de enero a diciembre, (en 2017 la línea 3 funcionó ocho meses) “para tomar las decisiones con fundamento”, indicaron.

El otro elemento que ha influido es que el departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco no quiere dejar baldío el trayecto ferroviario entre Etxebarri y Atxuri. Fuentes del departamento de Arantxa Tapia han indicado que “se va a mantener el servicio y la estación de Atxuri tendrá actividad hasta que no se tranviarice el tramo”. Desde Lakua no desean que una estación tan emblemática como la de Atxuri, donde se encuentra además la dirección y las oficinas de Euskotren, tenga que cerrar sus tornos y andenes por falta de servicio. Lo mismo ocurre con los algo más dos kilómetros de vías y tendido eléctrico que dista entre las estaciones de Bolueta y Atxuri.

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