Nos haría mucha falta aquel niño perdido
NOS haría falta, vaya que si nos haría. Me refiero a aquel niño que fuimos y que se quedó en el camino a medida que cumplíamos años. Ahora mismo me presento voluntario para salir en su rescate, cogerle de la mano y volver a sentir aquello que sentía, que sentíamos, con nueve, diez años. No lo sabía entonces, cuando que me preguntaban qué quería ser de mayor y contestaba, perdonen la impertinencia de hablarles en primera persona, aquello de “escribidor” que tanta gracia hacía. Para esa misma pregunta tengo hoy más clara la respuesta: de mayor quiero ser niño.
Lo siento cada vez que me acerco a historias como la de ayer, la tradicional fiesta de Navidad que organiza el Colegio de Enfermería de Bizkaia que preside María José García Etxaniz y veo la ilusión con la que acuden los más pequeños, esa expectación y alegría desbordante que no siento desde aquellos lejanos tiempos. ¡Qué falta me haría aquel niño, qué falta nos haría! Con envidia sana les vi pasar, mientras escuchaba a los organizadores cuándo y dónde comenzó todo, hace ya 25 años en el extinto cine San Vicente. El éxito fue morrocotudo. Fuesen donde fuesen -el propio cine, los salones de El Carmen, La Casa Vasca, el viejo teatro Ayala o el Palacio Euskalduna hace ya 15 años-, el aforo se llenaba. Espectáculos variopintos, concursos, una lluvia de gominolas y miles de carcajadas. Rara vez en nuestra vida estaremos tan cerca del paraíso en la tierra. Han sido más de 25.000 quienes lo han vivido a lo largo de este tiempo.
Dejémonos de lamentos y nostalgias: al grano. Ayer sonreían con esa misma sonrisa fresca, del día, los niños de hoy. Les aguardaban, además de María José, miembros de la junta colegial como Ignacio González, Eguzkiñe Gallastegi y Manuel Guerro, además del presidente de la comisión de Deontología, Javier Rodríguez Rodero y el director de SegurMec, entidad patrocinadora del concurso de dibujo del Colegio profesional, Martín Urrejola. ¡Ah!, ¿no se lo dije? Desde hace doce años lo organizan, siempre con un lema por bandera. El de este año era Tu ciudad limpia sin humos. Y en la actual edición se han presentado un total de 109 dibujos, divididos en siete categorías, desde cero a los diez años de edad. Veamos el veredicto. En la categoría A, hasta cuatro años, se impuso Laia Zabala, mientras que el accésit fue para Jurgi Martín. La siguiente categoría, para niños de cinco años, tuvo como ganadora del primer premio a Irene Serna, siendo el accésit para Alatz Benegas. El mejor dibujo de la categoría de seis años lo realizó Nur Naimi, mientras Irati Vallejo le pisaba los talones. June Magalhaes se impuso entre los de siete, un metro por delante de Ekain Ares accésit de esa edad. En la siguiente categoría, correspondiente a los ocho años fue Paul Tomás el autor del dibujo mejor valorado, seguido de Aroa Estalayo; Naia García Mosquera hizo lo propio entre los de nueve años, con Alaia Santos justo detrás. Entre los mayores, con diez años ya cumplidos, emergió Laura Castillo, justo por delante de Alazne García.
Para ellos fue la pequeña gloria pero el disfrute fue general. Lo hicieron con la fiesta protagonizada por los payasos Gari, Montxo y Joselontxo (Tutik Clowns) con su espectáculo de Navidad Din, Dan, Don, o con el mago Edama, Las cerca de 2.000 personas ayer presentes lo vivieron en primera línea de fuego. Adriana e Inés Riaño; Daniela y Patrik Salazar, Cristina Salazar, Rosa Abalía; Unai y Nicole García, Lourdes Agirreurreta, Naia Ciarruista, Eneko Manrique, Ane Cirarruista, Ander Manrique, Fernando Manrique, Joana Errezuelo, Iraia López, Oihana Gómez, Marta Veci, Antia y Ane Saiz, Patricia Alonso, Ariane Iraragorri, Haizea Yedra, Naroa García, Verónica Tristar, Esther Bilbao, Louis, Anne, Iulian y Paul Tomás y Enrique Tomás entre otros.