Balmaseda -En el instituto eligió la rama de “ciencias puras” y acabó estudiando Historia para especializarse en Historia de Arte. Paloma Sañudo lo achaca a su indecisión juvenil, pero haber crecido entre el patrimonio de Balmaseda pudo haberla encaminado hacia su futuro, enseñando el pasado de la villa en el museo de historia de San Juan. “He aprendido mucho desde que estoy aquí consultando los trabajos de autores como Julia Gómez Prieto”, explica. Una de las preguntas recurrentes de los visitantes se refiere a los orígenes del emblema local.

Aclárenos, ¿el Puente Viejo es romano o románico?

-No sé por qué razón, desde tiempos inmemoriales se extendió el error de que se construyó durante el imperio romano. Supongo que existiría un puente en el mismo lugar por aquel entonces. En el siglo I después de Cristo una calzada unía lo que hoy es Herrera de Pisuerga -Palencia- con el puerto de Flaviobriga -Castro Urdiales, en Cantabria-. Sin embargo, el actual es medieval. La base se remonta a finales del siglo XII y principios del XIII, mientras que el torreón se erigió a finales del XIV para labores defensivas, de seguridad y también de cobro de impuestos.

¿Como una especie de hacienda?

-Sí, el Puente Viejo era el peaje de Balmaseda. Por ahí entraban los productores procedentes de Castilla. Hay que imaginarse los carros tirados por mulas y bueyes. Y es que fuimos aduana real hasta que en 1840 se prohibieron los puertos secos. Esto implicaba que la villa tuvo capacidad recaudatoria para la corona de una serie de tasas por comerciar.

Desde el museo de historia, usted goza de una vista de postal.

-Es un placer disfrutar todos los días de nuestro monumento más antiguo. Me parece precioso con su perfil alomado y la pendiente que sube y baja con la que los arrieros se las verían y se las desearían... Hace pocos años se acercó por aquí una la asociación de Carreteros de la Cabaña Real que llegaron desde el Valle de Mena y se dirigían a Laredo y también cruzaron ovejas de la trashumancia. Es un puente que continúa muy vivo.

¿De qué formas?

-Los balmasedanos lo utilizamos para pasar de una orilla del río a otra. Además, durante las fiestas de El Carmen la bajada de barcas por el Kadagua sale de un remanso que hay aquí, al lado en el área de el Cristo.

Ya que menciona el Cristo, la Pasión Viviente también lo atraviesa.

-Y es una de las estampas de ese día que más buscan los fotógrafos. Según se acercan al frontón, Jesús pasa con la cruz a cuestas al lado del letrero de la calle El Cristo.

El monumento ha llegado a arder...

-Durante la representación popular de la quema de Balmaseda por las tropas francesas en 1808, se pensó en simular el incendio del Puente Viejo, la iglesia de San Juan, la iglesia de San Severino y el Ayuntamiento, para recordar aquellos hechos.

Entonces, no hizo falta saltar al agua en busca de ayuda. ¿Es cierto que los jóvenes sabían desde qué sitio exacto lanzarse al el río para aterrizar en el área más profunda?

-Generaciones enteras se han tirado desde el puente. Yo no sabría ubicar exactamente desde dónde porque siempre he sido un poco pato -risas-. Ahora los chavales tienen la piscina para bañarse.

Y eso que antes las aguas no bajaban precisamente limpias.

-Al lado del museo de historia se localiza el edificio que albergó el matadero hasta los años ochenta. Yo lo conocí de niña todavía en funcionamiento.

¿Han cambiado las vistas desde este mirador privilegiado a lo largo de ocho siglos?

-En la margen derecha había principalmente huertos y las tenerías para curtir -separadas de los caseríos porque el tratamiento de las pieles olía espantosamente mal-. En la actualidad allí se encuentran el frontón y el paseo Martín Mendia, denominado así en honor de un indiano que invirtió parte de su fortuna en mejoras para el pueblo. Siguiendo en dirección a los juzgados existen otros dos viaductos sobre el Kadagua. Al más cercano al Puente Viejo, que es del siglo XVII, ahora se le llama coloquialmente del Millonario por la casa que levantó una familia acaudalada en el siglo XIX, pero se le conocía como la puente nueva, así, en femenino, por contraposición a su hermano mayor. El primitivo núcleo urbano se concentraba en la parte izquierda del río.

El palacio Horkasitas y el museo, antes iglesia, completan la panorámica del casco histórico que se puede contemplar desde el puente.

-El palacio Horkasitas alojó la aduana, el puerto seco del que hablaba antes. Y considero un acierto haber rehabilitado la iglesia de San Juan. Era una pequeña joya que se levantó en el siglo XV y cerró en la década de los cincuenta. Se fue deteriorando hasta que se rehabilitó para acoger el museo de la historia de Balmaseda, uno de los valores sobre los que se sustenta el municipio. Somos la villa más antigua de Bizkaia, ¡desde 1199 nos ha ocurrido de todo!

Responsable del museo de historia de la villa