BILBAO - Ser mayor es una oportunidad que todo el mundo anhela aunque cuando llega no siempre se disfruta. Por eso, Bilbao quiere adaptarse a las necesidades específicas de una población que envejece y que además forma un colectivo muy heterogéneo. Con estas premisas, el alcalde de la villa, Juan Mari Aburto, presentó ayer el II Plan Bilbao, ciudad amigable con las personas mayores, que contempla 244 actuaciones con las que fomentar un envejecimiento activo. Las propuestas presentadas van desde enseñar a este colectivo a usar las nuevas tecnologías a talleres de “habilidades domésticas para hombres” en los centros municipales de distrito. Otras actuaciones ya en marcha hasta ahora han incidido sobre todo en la accesibilidad o los servicios sociales, los grandes caballos de batalla para este colectivo.
Todas estas iniciativas encaminadas a que las personas mayores se sientan a gusto en Bilbao han puesto a la villa entre las 15 ciudades del mundo que, junto a otras como Washington, Hong Kong, Shanghai o Mar de Plata, destacan por su atención a los mayores. Juan Mari Aburto se felicitó por ello y compartió las iniciativas de este plan ante una nutrida representación de personas mayores que se citaron ayer en el Ayuntamiento de Bilbao.
Tanto el alcalde como el concejal de Políticas Sociales, Iñigo Pombo, incidieron en la necesidad de entender el envejecimiento activo “como algo más que los servicios sociales. Son imprescindibles, pero no se puede reducir a ello”, señaló Pombo.
Propuestas El plan con el que trabaja el Ayuntamiento contempla 154 indicadores para efectuar la evaluación de la ciudad amigable con los mayores y expone 191 actuaciones identificadas ya en el plan de gobierno. Entre estas merece especial atención las relacionadas con la accesibilidad puesto que centran las mayoría de las demandas de los mayores. Pero el abordaje es en todos los terrenos. Por ejemplo está el desarrollo de dispositivos especiales de seguridad en zonas o momentos de ocio específicos como fiestas, congregaciones multitudinarias o eventos importantes para la ciudad.
También se ha avanzado en el diseño de un modelo encaminado a promover la participación ciudadana en cuestiones de seguridad o un plan de dinamización de parques.
El objetivo, según apuntó el alcalde, es “avanzar en la construcción de una ciudad que posibilite el envejecimiento activo mediante la optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad de las personas que cumplen años”.
El Ayuntamiento de Bilbao ha incluido en su plan nuevas propuestas entre las que se encuentran instruir a los mayores de 60 años en el uso de las nuevas tecnologías. Para ello, se han propuesto medidas como el diseño de aplicaciones útiles y un vídeo tutorial sobre el manejo del teléfono móvil o el envío de voluntariado especializado al domicilio de personas aisladas para impartirles formación en torno al manejo de las herramientas digitales. Pero, también talleres donde aprendan otras cuestiones más domésticas, porque se trata de un colectivo muy diferente.
“Lo único que tenemos en común las personas es la diversidad”, dijo Aburto, reforzando la idea de que las propuestas atienden a sensibilidades muy diferentes. Para ello, además de los servicios sociales, “el urbanismo, el ocio y la cultura también son importantes”, afirmó y apuntó que se ha trabajado en la elaboración del programa “bajo la perspectiva de la edad” y la “heterogeneidad” que presenta el colectivo, pues “son diferentes las necesidades de alguien de 60 que de 90 años”.
Aunque su implementación está bajo estudio, las proposiciones forman parte del programa municipal Bilbao ciudad amigable con las personas mayores. Bilbao +60, que arrancó en la capital vizcaina en 2012 y cuyas líneas de actuación para el trienio 2016-2019 fueron presentadas ayer.
El alcalde manifestó su deseo de que las personas mayores “sigan participando en la sociedad en la que viven” y su intención de que la capital vizcaina sea una ciudad que así lo posibilite, “amigable e inclusiva”.
La respuesta del colectivo a la presentación de este programa por parte del alcalde fue una muestra de las ganas de participación que tienen los mayores de Bilbao.
Según subrayó Pombo, el proyecto es “flexible, por lo que está abierto a nuevas iniciativas por parte de la ciudadanía”.