Larrabetzu - Era un incondicional de las ferias agrícolas. Con sonrisa afable y saludo entrañable, Ciriaco Dañobeitia servía su txakoli con la alegría y el gesto de quien está muy seguro de que llena la copa con oro líquido, con néctar de uva de Txorierri. El miércoles falleció a los 88 años este productor de buen vino, alma mater de Txakoli Sasine. Hasta el último momento estuvo a pie de azoka y controlando cepas, con la tranquilidad de ver su bodega en manos de sus descendientes, que han seguido la estela de este hombre amante de las viñas y del trabajo de la tierra.
Ya con diez años bailaba en el cesto con esa danza ancestral que supone pisar la uva. Y consagró su vida a la elaboración de esos caldos que son buque insignia de la gastronomía vasca. Hace unos años fue testigo y uno de los protagonistas de la unión de fuerzas de un grupo de productores de Uribe que pusieron a andar un nuevo proyecto, Butroi. Y en 2015, BBK, organizadora y patrocinadora de la mayoría de las ferias de Bizkaia, le rindió homenaje precisamente por su fidelidad a estas citas agrícolas. Hombre con pies y corazón arraigados a su Larrabetzu natal, el miércoles, al abrazo de Santo Tomás, ese que año tras año bendice la azoka por antonomasia, Ciriaco se fue y dejó a Txorierri llorando la pérdida de uno de sus grandes nombres del txakoli.