Bilbao - Las botellas de txakoli de Bizkaia que se comercialicen el año que viene lucirán una nueva contraetiqueta más “moderna y clara”. Después de quince años, la Denominación de Origen (DO) Bizkaiko Txakolina ha decidido cambiar el diseño del documento que certifica el origen y la calidad del producto. A golpe de vista, el consumidor podrá conocer el origen y la certificación de calidad de la botella del txakoli de Bizkaia que está comprando. Según explicó ayer el vicepresidente de la Denominación de Origen, José Ramón Calvo, la nueva etiqueta, aunque no altera el control existente sobre las bodegas, sí supone un paso más en garantizar que todos los vinos que lleguen al consumidor “pasan por todos los filtros” antes de su comercialización.
La contraetiqueta es el documento más importante que incorpora una botella, más incluso que la etiqueta que da nombre al txakoli o a la bodega, ya que, tal y como aclaró Calvo, “ese pequeño sello es el certificado de calidad que otorga la DO a los txakolis que avala después de numerosos controles sobre el proceso de elaboración, que van desde el origen de la uva hasta el embotellado final”.
El proceso para obtener el contraetiquetado es largo. Las bodegas adscriptas a la DO se someten a diversos controles que permiten al Consejo Regulador conocer con exactitud el volumen de producción de cada una a partir de un análisis exhaustivo de sus viñedos o de las compras a otros productores de uva.
Una vez certificado por el Consejo que las variedades de uva utilizadas son las autorizadas por el reglamento de la DO y comprobada la cantidad, el vino producido en Bizkaia se somete a un último control de calidad organoléptica por parte del comité de cata, que certifica que el txakoli examinado responde a las características de tipicidad y calidad exigidas. “Solo después de superar esos controles, el Consejo Regulador suministra a la bodega la cantidad exacta y numerada de contraetiquetas”, explicó Calvo.
La nueva contraetiqueta presenta un diseño moderno y sencillo que permite al consumidor obtener toda la información de manera rápida, en un solo vistazo. El sello de garantía ocupa una buena parte del espacio, puesto que este certifica el origen del producto, que se subraya más abajo con la palabra Bizkaia, junto a la hoja de roble, símbolo del territorio. Al lado del sello figura en caracteres destacados el año de producción. La nueva contraetiqueta nace con el propósito de sintetizar en un símbolo único la imagen de tradición y modernidad que atesora el vino. Simplicidad y claridad han sido los pilares en los que se han basado su diseño. Se han eliminado los elementos decorativos de la anterior contraetiqueta para transformar el nuevo sello en u medio de comunicación que por sí mismo transmite una imagen limpia, fresca y actual.