Bilbao - “Imagínate 100 eventos culturales en Bizkaia el mismo día uniendo a profesionales y amateurs, a público y privado, a música, teatro, danza y poesía y, además, en apoyo a diferentes proyectos sociales. Tiene que ser precioso”, paladea el bilbaino Jordi Albareda, fundador de Fair Saturday, un movimiento que demuestra el poder de los artistas para transformar el mundo.
Con su iniciativa pretenden poner en valor el arte y la cultura. ¿Cree que están menospreciados?
-No figuran entre las prioridades. Vivimos en una sociedad donde la materia está por encima de la creación y somos cortoplacistas. La cultura genera valor, pero a medio y largo plazo. Ningún país puede decir que es desarrollado si la cultura no ocupa un lugar protagonista.
¿El 21% de IVA ha sido la puntilla?
-Afecta, pero es una consecuencia más de no tratar a la cultura como un sector esencial. Es una puntilla, pero también lo es eliminar de la educación disciplinas relacionadas con la cultura, que descienda el consumo medio de libros o nos descarguemos una canción.
¿El ‘Fair Saturday’ es una bilbainada en toda regla?
-Es una bilbainada y estamos orgullosos de que haya nacido aquí. Lo bonito es que cada vez es de más gente. Como decía Galeano, mucha gente pequeña en lugares pequeños pueden provocar grandes cambios y este es uno de tantos ejemplos.
¿Cómo nació este proyecto?
-Igual que tenemos el Black Friday, una movilización alrededor del consumo, pensamos: ¿por qué no hacer un movimiento en el que la cultura y el arte sean protagonistas?
¿Qué cifras de participación manejan para esta segunda edición?
-Estimamos alcanzar 400 eventos en más de 100 localidades de todo el Estado y en países como Perú, Colombia, Argentina y México. El epicentro va a ser Bizkaia, con más de 100 eventos. Habrá entre 150.000 y 250.000 asistentes en el mundo.
¿Qué cantidad prevén recaudar?
-En 2015 se destinaron 70.000 euros a organizaciones sociales. Este año esperamos superar los 150.000.
¿Hay artistas que llegan a donar el 100% de la entrada a un fin social?
-Sí. Muchos, sobre todo del mundo amateur. Nosotros lo que queremos es que la sociedad valore el evento cultural que está viendo, que lo traduzca en precio y que luego sea el artista quien done al proyecto social.
¿Está muy implantada la idea de que la cultura debe ser gratis?
-La cultura no debe ser gratis, pero sí accesible a todo el mundo.
¿Qué participantes destacaría?
-Actuará desde Rosana en Madrid hasta una orquesta de jóvenes recién creada en Bilbao. Habrá eventos en el Museo Guggenheim, un grafitero intervendrá en las persianas del grupo Iruña, la escuela de baile de Igor Yebra actuará en Bizkaia Aretoa...
¿Los artistas son más solidarios, tienen una sensibilidad especial?
-Los artistas tienen una sensibilidad especial con las causas sociales porque tienen en la génesis de su creación a los demás en la cabeza.
Este año incorporan como novedad las ‘gotas de creatividad’, que se repartirán entre los asistentes.
-Le hemos pedido a la ciudadanía que en pequeños papeles pinte, recomiende un libro o un poema y destaque un proyecto social. Hemos recogido más de 10.000 gotas, las vamos a encapsular y el día 26 de noviembre las repartiremos.
¿Quiénes han aportado su granito de arena, digo, ‘gota de creatividad’?
-Estamos recibiendo miles de gotas de niños. Nos han llegado 1.000 de Lima, 500 de Colombia, donde los niños hablan de paz. En Perú hay una niña que les pide a sus amigas que lo hagan porque se van a repartir en un sitio que se llama Bilbao.
¿Recuerda alguna otra anécdota?
-En Ayacucho, Perú, van a pintar grafitis en las paredes para borrar las marcas de tiros. El año pasado una niña dio un concierto de piano a sus primos y pasó la gorra para donarlo. Para mí fue el evento más especial.