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“La mayor satisfacción del hospitalero es ver la sonrisa del peregrino”

Juanjo Mateu coordina a los hospitaleros voluntarios que acogen a los peregrinos del Camino de Santiago que llegan hasta los cinco albergues que hay en Bizkaia

“La mayor satisfacción del hospitalero es ver la sonrisa del peregrino”J.M. MARTÍNEZ

Bilbao - El Camino del Norte de la ruta jacobea está de moda. Cada vez son más los peregrinos que huyen de la masificación del Camino Francés. El año pasado se registraron casi 18.000 pernoctaciones en los cinco albergues vizcainos, cuando hace menos de una década no llegaban ni a las 4.000. Para atender a los peregrinos hay un grupo de personas que están dispuestas a darles una “cálida acogida” y a mantener limpio el albergue. Ellos son los hospitaleros, que en Bizkaia pertenecen a una agrupación que se creó hace dos años.

¿Por qué fundaron esa agrupación?

-Porque pensamos que debía haber algo que se dedicara única y exclusivamente al peregrino y al hospitalero. Además, hubo discrepancias dentro de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, a la que pertenecíamos todos los que creamos la agrupación.

¿Qué tipo de discrepancias?

-Nosotros pensábamos que el dinero que se recaudaba en los albergues debía ir destinado a obras sociales, y así es como lo hacemos ahora desde la agrupación.

¿Cuántos albergues gestionan?

-Cinco: Markina, Larrabetzu, Lezama, Bilbao (Altamira) y Pobeña. Este año no abrimos Gernika, pero se ha incorporado Larrabetzu.

¿Y de quién son los albergues?

-De los ayuntamientos. Ellos nos ceden los locales y luego nosotros corremos con todos los gastos que originan, que en algunos casos es bastante.

¿Cuánta capacidad tienen los cinco albergues?

-Bilbao, Pobeña y Markina tienen 40 camas, y Larrabetzu y Lezama, 20 cada uno. Pero como digo yo, los albergues son como el chicle. A nadie se le deja en la calle. El año pasado, por ejemplo, atendimos en un solo día a 100 personas en el albergue de Bilbao.

¿Cuántos hospitaleros necesitan para que los albergues estén atendidos?

-Pues este año van a colaborar 70 personas.

¿Van a ser suficientes para cubrir las necesidades?

-Sí, este año lo tengo fantástico. No estoy a falta de gente. Es más, tengo lista de espera.

¿De dónde son los hospitaleros que usted coordina?

-La mayoría son de fuera de Bizkaia. Hay mucha gente de Madrid, también de Cataluña y Valencia.

¿Y extranjeros?

-Muchos. De Europa tendremos unos diez. Concretamente de Italia, Inglaterra y de Holanda, ya que estamos hermanados con una asociación holandesa. Y luego tenemos hospitaleros de Estados Unidos, México y Brasil... y la próxima semana viene un ruso.

¿Hay más hospitaleros que hospitaleras?

-Estaremos al 50%. Además hay algunos que vienen en pareja.

¿Qué se necesita para ser hospitalero?

-El primer requisito que se exige es haber hecho el Camino de Santiago.

¿Por qué?

-Porque quien ha hecho el Camino ha visto cómo te acogen en los albergues y puede decir: yo soy capaz de hacerlo mejor.

¿Cuáles es la función del hospitalero?

-La primera, dar una acogida cálida a los peregrinos y ver que lleva la credencial de que está haciendo el Camino. El otro pilar básico del hospitalero es la limpieza. Que el albergue esté curioso, limpio, ya que es lo que más valoran las personas que llegan. Y otra de las funciones es orientar al peregrino sobre el Camino, que no se note que no sabe de lo que habla.

¿Hace falta saber idiomas?

-No, no hace falta. Con señas nos podemos entender. Además es bueno que los que vienen se esfuercen en hablar la lengua de aquí.

¿Cuánto tiempo suelen estar los hospitaleros en los diferentes albergues?

-Se recomienda que estén dos semanas.

¿Cobran algo?

-Aquí nadie cobra nada. Todos somos voluntarios. No se paga ni la comida, ni el desplazamiento. Lo único que solemos hacer es tener un detalle con ellos, regalarles un par de botellas de txakoli o un libro.

¿Cuál es la mayor satisfacción del hospitalero?

-La mayor gratificación del hospitalero es ver la sonrisa del peregrino. Lo bonito surge por la mañana cuando se van y te dan las gracias por la atención y la información que les has dado el día anterior.

¿A cuántas personas dieron cobijo el año pasado en los cinco albergues?

-Tuvimos 17.900 pernoctaciones. Aquí tengo que decir que el peregrino es el turista que más tiempo pasa en Bizkaia, pernocta tres noches.

¿Están notando un aumento?

-Sí, la demanda es mayor. El Camino Francés está masificado y cada vez viene más gente al del Norte.

¿Cuál es la procedencia de los peregrinos?

-Estamos al 50% entre nacionales y extranjeros. Quizás ha subido algo los extranjeros, sobre todo los alemanes. Este año esperamos una oleada de alemanes

¿A qué se debe esa oleada?

-A que el año pasado se publicó un libro, que ha sido best seller, en el que un supuesto alemán se curó de una enfermedad. Ha creado un boom y está funcionando esa historia.

¿Suele haber problemas de convivencia con los peregrinos?

-No, el comportamiento es estupendo, aunque siempre hay alguien... pero el que se comporta mal no es peregrino. Y eso se nota enseguida.

¿En qué se nota?

-En que viene exigiendo, que si no hay secadora o alguna otra cosa. El peregrino normal sólo pide una cama y una ducha de agua caliente.

¿Cuánto se cobra por dormir en los albergues que gestionan ustedes?

-Nada, la voluntad, un donativo.

¿Y todo el mundo deja?

-No, aunque la mayor parte de la gente es generosa. A mí me suelen preguntar, cuánto dejamos, y yo les digo, lo que quieras, desde 1 a 1.000 euros, pero algo hay que dejar porque si no esto no se puede llevar. Además, ya decimos que lo que se recauda es para obras sociales.

¿El año pasado cuánto recaudaron para esas obras sociales?

-28.500 euros. En cada municipio donde está ubicado el albergue se gestiona el dinero recaudado y luego publicamos en nuestra página web a qué ha ido destinado.

¿Qué época del año están abiertos los albergues vizcainos?

-Este año empezamos antes, en Semana Santa, abriendo los albergues de Markina y Bilbao. El resto en verano, y los mantendremos abiertos hasta el Pilar.

¿Usted cómo se metió en este lío?

-Yo empecé en el Camino de Santiago por mis hijos. Hice un tramo saliendo de León y dije: esto me gusta.

¿Cuándo fue eso?

-Hace unos diez años. Luego, cuando me jubilé dije: ahora es la mía. Salí de Bilbao e hice el Camino de Norte como se hacía antes, ida y vuelta. Luego hice el Francés cuatro veces, dos entero y dos por tramos.

¿Cuál le gusta más?

-El Camino del Norte. Es precioso y mucho más duro que el Francés. Para mí el Francés es como un paseo.

¿Y lo de ser hospitalero?

-Empecé de hospitalero en el Camino Francés, luego hice un cursillo en Pobeña de un fin de semana y me dieron la acreditación.