Bilbao - La compra cumplió los principios de ética y legalidad, pero el propio Imanol Pradales reconoció ayer que la adquisición de acciones de Sacyr no fue la decisión “más acertada”. El diputado de Desarrollo Económico y Territorial anunció ayer que ha vendido ya los valores de la empresa constructora que había adquirido el pasado mes de agosto y que habían suscitado las críticas de todos los partidos políticos de la oposición. “Tengo la conciencia tranquila porque en todo momento he actuado con honestidad, transparencia y buena fe, pero una decisión desacertada debe subsanarse siempre que sea posible”, admitió ante las Juntas Generales.

El mismo Imanol Pradales, además de Bildu, Podemos y el PP, había solicitado comparecer a petición propia ante las Juntas Generales para explicar la compra de 7.200 acciones de la constructora Sacyr por valor de 16.000 euros, según consta en la declaración de bienes que entregó a la Diputación el pasado 8 de octubre.

El diputado de Desarrollo Económico y Territorial relató que ha tomado la decisión de vender las acciones pese a que su adquisición fue “legal” y “compatible con una conducta ética responsable, neutral imparcial y transparente”, consciente de que este hecho puede dañar la imagen de la Diputación. “Ni puedo ni debo sustraerme de los tiempos en los que vivimos, que exigen un celo adicional en nuestras decisiones personales y profesionales, especialmente entre quienes ocupamos puestos de responsabilidad pública”, admitió Imanol Pradales, quien explicó que, con la venta de las acciones, quiere evitar que en un futuro se pueda utilizar este hecho como un “recurso fácil para la crítica política interesada, para sembrar dudas sobre mi persona o para dañar la imagen de la Diputación”.

El diputado foral defendió la legalidad de esta compra, ya que la acciones apenas representaban el 0,0013% del capital social de Sacyr, que asciende a 517,5 millones de acciones, una cifra “insignificante”. Incluso teniendo en cuenta la normativa más restrictiva en cuanto a conflictos de intereses de los cargos públicos, esa participación cumple “escrupulosamente” con la legalidad, ya que no se llega al límite del 10% que establece la legislación tanto vasca como estatal.

Además, destacó que, como diputado de Desarrollo Económico y Territorial, siempre ha actuado ajustándose a la “ética, la neutralidad y la imparcialidad que exige el cargo”. Respecto a la relación entre la Diputación y Sacyr, explicó que cuando se adjudicó la variante de Igorre en 2007 él “ni siquiera estaba en la Diputación” y tampoco tenía relación con el departamento cuando la UTE en la que participaba ganó la adjudicación de los túneles de Autzagane. La única relación con la constructora desde que fue nombrado diputado de Promoción Económica y Territorial ha sido la rescisión del contrato y la penalización por las obras de Autzagane, “y en ningún caso puede desprenderse un trato de favor con esta empresa”.

Pradales puso finalmente en valor la transparencia con la que ha actuado en este caso, haciendo pública su declaración de bienes y actividades, tanto como miembro de las Juntas Generales como en su cargo de diputado foral, con fecha 8 de octubre, que es en la que consta la adquisición de las acciones.

Toda la oposición recibieron con satisfacción la venta de las acciones, que ya se ha producido y que se realizó, según Pradales, a un valor inferior al de la compra. Jesús Isasi (PP) afirmó que “le llena de orgullo” la decisión adoptada por el diputado, ya que “se podía haber llegado a un futuro difícil” en caso contrario. Podemos seguirá atento a “cuántas adjudicaciones se hacen a Sacyr y cómo”, mientras que el portavoz de Bildu, Josu Unanue, mostró su sorpresa por la compra. “Estas situaciones se deben solventar cuanto antes, pero no entiendo la necesidad de meterse en ese charco”, finalizó.