Una gran familia de voces armoniosas
el coro lagun artea de sopela cumple diez años en los que ha evolucionado sin perder su esencia
CON la excusa de salir a cantar por Santa Águeda surgió el coro Sopelako Lagun Artea Abesbatza. La amistad y unas inquietudes musicales comunes que no entienden de edades les unieron en una agrupación musical creada al amparo del hogar del jubilado de Sopela, que le da nombre y sede.
“Surgió como una cuadrilla de amigos y luego ha ido evolucionando y adquiriendo una mayor organización. Para nosotros es una gran alegría que siga en marcha”, explica Aurelio, uno de sus integrantes desde su creación en el curso 2004/2005.
Aunque al principio surgió como una actividad más sin ninguna pretensión, el esfuerzo y entusiasmo de sus integrantes por seguir adelante con este proyecto ha permitido que este año cumpla una década más vivo que nunca. “Ahora estamos federados y hemos empezado a cantar por diversos lugares de Euskadi y Burgos”, destacan orgullosos los miembros de la junta directiva, quienes agradecen enormemente el apoyo que les brindan el Ayuntamiento de Sopela y la Diputación Foral de Bizkaia.
Buena prueba de la progresión y transformación que ha sufrido el coro está en los diferentes directores que ha tenido hasta ahora. Así, su creación corrió a cargo de Luis Suso, impulsor del proyecto, y posteriormente fue María Victoria Arrieta quien tomó el testigo. Desde hace tres años lo dirige Itxaso Larrea, quien prefirió “empezar de cero ofreciendo un nuevo repertorio” a su llegada. “Es un grupo genial y hay un gran ambiente”, dice.
En este sentido, en el tiempo que lleva al frente del coro, Larrea ha conocido los constantes pasos hacia delante vividos y la mayor profesionalización. “El coro ha ido a más. A los ensayos acude mucha gente y, aunque este coro todavía no cobra por actuar, cada vez nos invitan a más sitios y cuentan más con nosotros”, expone satisfecha.
ENSAYOS Actualmente, el coro está integrado por alrededor de cincuenta personas que ensayan todos los jueves a partir de las 19.00 horas e incluso “algunos martes”. Además del aspecto musical, el coro tiene una faceta social que también es muy importante. “Cuando vamos a cantar a algún sitio aprovechamos para pasar la jornada por allí, comiendo y pasando un buen rato”, detallan.
Generalmente, la temporada de actuaciones se prolonga a lo largo de todo el invierno hasta las fiestas de El Carmen. “En verano es cuando menos cantamos aunque también hemos hecho algunas actuaciones en julio”, apuntan. Gran parte de su repertorio está compuesto por canciones en euskera. “Hay más que en castellano”, sostiene Larrea.
Sin duda, la variedad de voces, todas distintas y todas unidas, formando un mismo coro en una comunión absoluta permiten disfrutar de un armonioso sonido que espera seguir cumpliendo muchos años más en Sopela.