Ortuella - Hasta Salvador Dalí, el insigne genio de Figueras, parece deslumbrado con el tino, el desparpajo y la candidez con el que la dulce mano de Aroa Hidalgo, una primaria de sexto que ya sueña con dar el salto a la ESO, ha sido capaz de rendir homenaje a un personaje al que estudió a fondo antes de inmortalizarlo con carboncillo y del que, sin reparo alguno, confiesa que “era un genio pero estaba un poco loco”.
Lenguaje llano y directo de una onceañerapreadolescente que, a decir de su madre, María Quintela, mecenas entregada a la pasión artística de su hija, “espero que nunca pierda ese carácter alegre que ella tiene”. Una jovial característica, unida a la deshinibición propia de quien no conoce aún sus límites, que se traslada a las 23 obras que esta ortuellarra de nacimiento y trapagarandarra de formación -es alumna de la academia Tiza de su vecino municipio- muestra desde ayer en la OKE de Ortuella.
“Nuestro cometido es buscar, apoyar y promover el arte de todos nuestros vecinos, independientemente de su edad”, destacó el concejal de Eventos, Gonzalo Rodríguez, quien subrayó en la presentación de la muestra que el caso de Aroa es un buen ejemplo de ello, “y así podrán comprobarlo todos aquellos que se acerquen a la OKE hasta el próximo 20 de noviembre. Desde luego puedo adelantar que la obra de Aroa es cuando menos sorprendente”.
Ajena a los elogios del concejal, Aroa -la menor de dos hermanos y sin antecedentes artísticos en la familia- observa con detenimiento sus obras y confía en que el público asistente a su exposición -es la pintora más joven en colgar su obra en la OKE- respete los carteles de “no tocar”. “Es una cosa que no me gusta”, advierte esta joven promesa del lienzo que reconoce que por el momento el carboncillo es la técnica que más le gusta “porque me ensucio más. Además el dibujo es más aburrido”.
Apasionada seguidora de Melendi, “porque sus letras hablan de las cosas que a él le suceden”, no ha dudado en rejuvenecer su estampa, al igual que ha rendido su particular tributo en dos dimensiones a su actor fetiche, Brad Pitt, al que enfundado en su casco troyano solo le falta una gota de sudor para parecer más humano.
Talento innato No es extraño que el detalle de su obra no haya pasado desapercibido para el aficionado al arte y vecino de Ortuella, Pablo Momoitio, quien destacó el “talento innato” de esta niña. “Es capaz ya de plasmar con sus manos, ya sea en un papel en blanco o en un lienzo, las imágenes que retiene en su cerebro”, describió Momoitio al contemplar las obras expuestas.
Esta nueva exposición -con entrada completamente gratuita- estará abierta al público hasta el 20 de noviembre de lunes a viernes, en el horario de 10.30 a 16.30 horas y de 16.00 a 21.00 horas.
“Espero que a la gente le guste mi trabajo”, deseó esta joven que a diferencia de muchas niñas de su edad no es muy aficionada a los videojuegos y que confiesa que en su móvil “tan solo tengo un juego”. “En casa tiene la Play y la Wii pero no las hace ni caso. Prefiere el folio en blanco y pintar y pintar”, reconoce su madre que fue quien le apuntó a la academia de arte una vez convencida de que Aroa tiene en la pintura su pasión. “De pequeña no hacía caso ni de los juguetes. Lo suyo eran las pinturas”, remarca María.
Aroa sueña con ser pintora de mayor aunque entre sus anhelos no descarta la posibilidad de ser tatuadora. “Es como hacer un dibujo solo que en vez de en un folio o en un lienzo hacerlo en la piel”, describe esta menuda artista que el próximo año estrenará la ESO en el instituto Burdinibarra de Trapagaran y que se sincera al señalar que en los estudios “voy pichí pachá. El otro día saqué un 7,6 en Natu pero con las matemáticas lo llevo peor”.
Sin duda lo suyo es el arte, a pesar de que haya algunas cosas en el aprendizaje que inició con 9 años que no le gusten demasiado. “Mi profesora se empeña en que pinte manzanas y a mí no me gustan nada”. Es como si para compaginar arte y matemáticas alguien le dijera que con un seis y un cuatro se hace un retrato.