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La autoescuela de quienes rompen barreras

Irrintzi gana el prestigioso premio Telefonica Ability Award por su labor en pos de la inclusión La empresa basauritarra es pionera en abrir sus puertas a personas con alguna discapacidad

La autoescuela de quienes rompen barreras

basauri - La autoescuela Irrintzi de Basauri saltó a la luz pública en junio de 2011 cuando convirtió a uno de sus alumnos en el primer europeo con licencia para conducir solo con los pies. Tres años y medio más tarde, vuelve a a convertirse en noticia tras proclamarse vencedora del premio Telefónica Ability Awards en la categoría de pymes. Estos prestigiosos galardones premian de esta manera a una empresa pionera que cada año atrae a Bizkaia a futuros conductores llegados desde Palma de Mallorca, Valencia o Lisboa.

Javier Hernández Aguirán es uno de esos conductores que ha recorrido cientos de kilómetros hasta Basauri con el objetivo de preparar el examen de conducir. En su caso, han sido 300 kilómetros, los que separan Zaragoza de esta localidad en la que residirá durante las próximas semanas con el objetivo de sacarse el carné. Que desde que nació no tenga brazos no es ningún impedimento para ello. “Cuando David Rivas se sacó el carné de conducir en 2011 escuché la noticia en televisión. A partir de ahí contacté con la autoescuela Irrintzi, ya que su discapacidad era muy similar a la mía. Durante estos años, por motivos laborales y porque estuve en los Juegos Paralímpicos de Londres, no había encontrado el momento para permanecer una temporada aquí. Ahora parece que finalmente ha llegado la hora”, explica. Su historia da para escribir un libro, algo que de hecho ya se encargó de hacer este periodista. El título es De los pies a la cabeza, y recopila las opiniones de decenas de personas que le han conocido, desde familiares hasta exfutbolistas.

Mientras en la tarde de ayer Javier Hernández visitaba la autoescuela a la que asistirá, el proyecto de inclusión que le había acercado hasta esta localidad recibía un importantístimo espaldarazo. En Madrid, José Mari Andrés Martikorena, director de la autoescuela, y su hija Iratxe recogían de manos de la reina Letizia este galardón. En opinión del jurado, ha sido la pequeña o mediana empresa que más ha merecido este galardón dentro de unos premios a los que este año se han presentado 431 proyectos en todas sus categorías.

El principal impulsor de este proyecto, José Mari Andrés, lo veía como una recompensa a un trabajo de más de 35 años apostando por la inclusión de personas discapacitadas. “Desde los inicios de la autoescuela apostamos por la inclusión y por dar facilidades también a las personas con algún tipo de discapacidad, aunque el mayor avance llegó hace algunos años. Gracias al joystick, que se puede colocar en diferentes posiciones, podemos llegar a la inmensa mayoría de personas con alguna discapacidad, es algo muy gratificante”, explicaba.

A pesar de que la mayor recompensa es la satisfacción de esos conductores que superando más complicaciones que la mayoría sacan adelante el carné, el director de la autoescuela Irrintzi considera que el premio supone un auténtico espaldarazo a este proyecto. “Que una empresa familiar como la nuestra reciba un premio de estas características es algo que nos anima muchísimo”, indicaba desde la propia gala. En Basauri, Yolanda González, una de las trabajadoras, ponía en valor esta apuesta: “Es algo que en su día impulsó José Mari porque consideró que había que dar una respuesta a estas personas y se puede decir que somos pioneros”. A su lado, Javier Hernández lo corroboraba: “No hay otra autoescuela que ofrezca estas opciones”.

La hoja de ruta a la hora de sacar el carné es algo diferente en el caso de las personas con discapacidad, ya que necesitan también un permiso sanitario. No obstante, la gente como Javier está acostumbrada a superar retos como el que ahora inicia en Basauri. Será la próxima gran satisfacción del personal de la autoescuela Irrintzi.