Bilbao - "Cuando una realidad se cuenta en primera persona, los efectos sobre el resto son mucho mayores y, a veces, llevan al éxito". Con esta máxima, cuatro asociaciones de alcohólicos de la villa se reunieron ayer con responsables del área de Euskera, Juventud y Deporte del Ayuntamiento de Bilbao. El objetivo de este encuentro, que sirvió como punto de partida de una colaboración que se prevé mucho más duradera, fue establecer las bases de un convenio de colaboración entre las cuatro entidades y el servicio social Gizagune, que se encarga de atender las necesidades y la problemática de la juventud de la villa.

Alcohólicos Anónimos, La Cruz de Oro, Etorkintza y Alcohólicos en Rehabilitación de Santutxu recibieron de los representantes municipales una propuesta muy concreta: salir los fines de semana a la calle con Gizagune e informar a los jóvenes que estén practicando botellón de las consecuencias que puede tener un consumo no responsable del alcohol. "¡Quién mejor para contar en primera persona su experiencia!", relatan.

Las primeras valoraciones de los implicados, una vez finalizado el encuentro, fueron "muy positivas", según apuntaron fuentes cercanas al proyecto, aunque los representantes del colectivo de alcohólicos se comprometieron a aportar nuevas iniciativas que puedan completar el proyecto municipal.

"No es que se deseche, pero se han planteado algunas dudas sobre los resultados que puedan obtenerse de estas salidas a los lugares donde se practica botellón", explican a DEIA las mismas fuentes. "Hay muchas cosas que se pueden hacer para mejorar esta problemática juvenil. Nosotros podemos aportar muchas ideas y sobre todo la experiencia personal que es la que llega a este colectivo; la historia que más llega es la que ha vivido una persona. Para eso, la tiene que contar", explican desde las asociaciones que participaron en el encuentro. Así, en la agenda de los participantes se ha establecido un calendario de actuaciones que pasan por volver a juntarse y aportar nuevas ideas que enriquezcan el programa. "Hay que analizar lo planteado y darle forma a todo", cuentan.

Lo cierto es que es un proyecto de "gran contenido, pionero a nivel institucional y que conlleva la implicación de un gran número de agentes". Se trata, sin lugar a duda, del inicio de un largo camino que tiene como puntos principales el trabajo de calle, la cercanía con este colectivo juvenil y la puesta en marcha de acciones didácticas que sirvan "para poner freno al consumo abusivo de alcohol entre los jóvenes en la villa". "Os podría asombrar la receptividad de los jóvenes. Escuchan y entienden las cosas. La instituciones no pueden esperar que sean ellos los que toquen la puerta. Hay que salir a la calle y acercarse a ellos", cuentan a DEIA fuentes que trabajan en este proyecto. El camino por recorrer es aún largo, pero todos los agentes implicados reman en la misma dirección y eso es un punto a favor de todo este proyecto municipal.

Ganarse LA CONFIANZA De lo que se trata es de llevar a cabo un trabajo de educación, de asesoramiento y de información. "El fin es empatizar, simpatizar y darles confianza", apuntan. El objetivo de este programa supera los límites del mero control de esos grupos de jóvenes que, casi todos los fines de semana, hacen litros. Su única intención es pasárselo bien; ellos no reparan en las consecuencias. De hecho, para un joven de 13 años -esa es la edad en la que muchos comienzan a consumir alcohol- beber todos los fines de semana se convierte en un divertido juego y no reparan en las problemáticas que a un corto medio plazo pueden acarrearles. Lo hacen para no ser menos y, en muchos casos, para sentirse mayores. Pero no lo son y no saben que "para disfrutar de su tiempo de ocio no es necesario emborracharse", concretan desde las asociaciones de alcohólicos consultadas por este periódico.

Por eso, los profesionales que trabajan en este ámbito consideran fundamental los testimonios de quienes han sido arrastrados a lo largo de su vida por el consumo abusivo del alcohol; es la mejor manera de promover actitudes cívicas. En este sentido, desde el Consistorio bilbaino han planteado a las asociaciones que ayer tomaron parte del encuentro seguir trabajando "desde la cercanía". Un trabajo que desde la Fundación Gizagune ya se lleva realizando y que por el momento está teniendo resultados "muy positivos".

Las profesionales de esta asociación, creada en 2007, llevan varias semanas saliendo a la calle y visitando los lugares en los que se realiza botellón en la villa. Desde hace tres fines de semana, las profesionales de esta fundación, todas mujeres, recorren esos puntos para informar a los jóvenes de las consecuencias del alcohol en sus vidas.

Así, el pasado fin de semana, por ejemplo, fin de semana de carnavales, se estableció un doble dispositivo en el Casco Viejo y en la zona de Deusto. Además de la información que se les ofrece en los centros educativos es clave el trabajo a pie de calle. Visitando las zonas donde se hacen litros, analizando los recursos, los perfiles de las personas jóvenes, pero siempre "tendiendo puentes y haciéndoles partícipes".

En la reunión se puso sobre la mesa el excepticismo de algunos participantes a que el mensaje pueda calar en la juventud. Según relatan, la defensa de Gizagune fue que a los jóvenes hay que contarles, decirles lo que les puede provocar que todos los fines de semana beban y lo hagan en exceso.

TRABAJO CON LOS JÓVENES

No es la primera vez que el Ayuntamiento de Bilbao ha trabajado de cerca con los jóvenes. De hecho, el pasado año, puso en marcha un servicio de mediación para dar solución a los problemas que estaba generando en la proliferación de lonjas juveniles en la villa. El objetivo era mejorar la convivencia entre estos jóvenes y los vecinos. Entonces, desde el departamento, calificaron la experiencia como "sorprendente" por el grado de implicación de los jóvenes. Y es precisamente esta misma línea la que se pretende seguir con el proyecto del botellón. Entender, acercarse y darles voz. Nadie cree que sea fácil, pero "la cuestión es sumar". "Si de quince jóvenes a los que nos acercamos logramos abrir los ojos tan solo a uno, ya hemos avanzado mucho", concluyen.