Gernika-Lumo. Hace casi medio siglo que vistió la camiseta rojiblanca pero aún pasea entre ánimos por su villa natal, como si cualquier día de estos fuera a saltar de nuevo al césped de San Mamés. Ayer era lunes, pero, a diferencia de lo que les ocurre a sus sucesores, él no tuvo partido sino que disfrutó de la feria.
Un día especial, el Último Lunes.
Es bonito; antes y ahora. Salgo con los amigos de toda la vida, majos y muy especiales, y hacemos unas tertulias estupendas; de comer mucho. Antes éramos más pero hoy hemos salido cuatro o cinco.
¿Cuál suele ser su plan?
A las 9.00 nos vamos a dar una vuelta, aunque hoy tenía una cita con Onda Vasca, y luego a tomar un par de claretitos. Lo hemos visto todo, hemos dado toda la vuelta a ver si hay cosas buenas o malas. He visto unas castañas maravillosas, que me ha dado ganas de llevármelas para comerlas mañana mismo.
No parece usted de ir de compras.
No, me va más ir y comer lo que a mí me gusta. Como mucha fruta y me gustan las peras, el melocotón? pero no compro el día de hoy porque suelo ir a los puestos semanales de la plaza y las mujeres de allí me las venden. "Mauri, ven aquí que tengo fruta para ti".
Es lo que tiene ser gernikarra?
Sí, para el día de hoy prefiero salir, comer talo con chorizo, como lo hemos hecho en un puesto cerca del frontón viejo. No sé quiénes eran pero ya me han dicho, "¡Hombre Mauri! Qué ¿a comer algo?".
Le saluda a usted mucha gente por la calle.
Los de Gernika me ven como de casa, pero la gente que viene de fuera me dice "¡Qué bien te veo!", "Estás hecho un chaval" ¡Si tengo casi 80 años! Gente de Bermeo, Elgoibar, Lekeitio? Yo he tenido bastante hinchada. Eso es lo bonito, lo mejor que te puede ocurrir.
Y en sus tiempos en activo sería aún más habitual que le saludasen.
Era terrible, pero yo he sido muy simpático y charlaba con la gente. Más que ahora, que no conoces a todos los que te saludan. Me pedían autógrafos, que les mande una tarjeta dedicada? Lo llevaba bien, siempre me he llevado bien con la gente.
De más joven ya se permitiría alguna que otra licencia.
Yo no bebía nada. Andaba de aquí para allá y la gente me decía ¡venga Mauri; el domingo hay que ganar! Me invitaban pero, si acaso, tomaba algún mosto. Yo me he cuidado una barbaridad.
¿Venían otros jugadores del Athletic al Último Lunes?
Cantidad: Maguregi, Arieta? todos. Había que cuidarse, pero al ser siempre en lunes teníamos tiempo hasta el domingo y podíamos tomar alguna cosita.
Ahora que ya no deben rendir cuentas a ningún entrenador, cuente alguna maldad de aquella época.
Los que venían aquí tomaban un par de txikitos de vino bueno, un poquito de queso? pero nada más. Éramos así; un equipo magnífico. Cuando íbamos en autobús a Madrid rezábamos el rosario; si no era a la mañana era a la noche.
¿Qué pasa ahora, que ya no salen futbolistas de Gernika?
En mi época no había un pueblo con tantos jugadores de primera división. Ibarra, Erezuma, Korta en el Alavés, ? José Luis, Alkorta, Basterretxea en Oviedo? ocho o diez en primera división en la misma temporada. Ahora no sale nadie. Es difícil sacar jugadores para el Athletic, como vender en la feria. Ahora está Villalibre que me han dicho que juega la tira.
¿Ha cambiado mucho el Último Lunes de Gernika?
Antes venían al frontón los mejores puntistas del mundo, y los Últimos Lunes eran terribles: había 3.000 personas en el frontón, pero la cesta se fue al carajo. Yo tuve una cafetería y era terrible la gente que venía.
El bar Poxpolin. Ha vivido usted la fiesta desde ambos lados de la barra.
Yo hacía un poco de embajador y de vez en cuando sacaba alguna copa, pero tenía siete personas trabajando a la vez. Se hacía mucha caja pero este día no se podía ni saludar a la gente porque era increíble el gentío que había. Me venían artistas de teatro que andaban por Bilbao; ya no me acuerdo de los nombres, pero muy famosos.
Teniendo un negocio, ¿nunca pujó por el queso ganador de la feria?
No he pujado nunca, pero cuando venía Currito, de Santurtzi, él le decía a mi hermano Felipe que pujara hasta donde fuera, para animar la puja. ¡Armaban la de Cristo! Aunque luego lo compraba él. ¡Hacíamos unas risas! Era muy amigo mío y, aunque yo no pujaba, la gente ya sabía que andábamos nosotros enredando.
¿Cuándo acaba usted la jornada?
Iremos a comer al batzoki, que me gusta. Otros años vamos a Boliña El Viejo, que nos prepara una mesa, pero nos dice "¡tenéis que estar a tal hora!". Es que este día anda mucha gente. Comeré una sopita de pescado, porque antes me comía chuletas de kilo pero el médico me lo ha quitado. Después daremos una vuelta y, como yo no tomo copas, igual beberé un champancito. ¡Y a ver el partido del Athletic!