El último grito de un 'animal' salvaje
Esta historia comienza en San Polo di Torrile, allá en la lejana provincia italiana de Parma, y a manos de una familia, los Gandolfi, con Don Angello como capo di tutti capi, dicho sea sin segundas. Absténgase de seguir leyendo los amantes de la Cosa Nostra siciliana o de cualquier otra familia, cualquier aventura de la Mafia. El asunto es mas sencillo, menos criminal y menos literario. Allí, en San Polo, nació la firma de prendas deportivas Errea que ha conquistado media Europa. No en vano, es una de las pocas empresas de prendas deportivas que realiza toda su producción en este continente. En su proceso de expansión, Errea llegó a nuestras latitudes en 2007, cuando Edu Alonso y Jon Pérez, Bolo, buscaron una alianza que les ligase al mundo del deporte, al mercado de marcas deportivas. Desde entonces, son los representantes de la Zona Norte de esta firma. Es, por así decirlo, su buque insignia.
"Es duro fracasar, pero es peor no haberlo intentado". La frase puede leerse en la pared de la tienda Kirol Avenue, allá en el número 7 bis de la avenida del Ferrocarril donde Errea asienta sus reales y donde ayer fueron presentadas las últimas botas de Puma, un prodigio de ingeniería textil con la que el fútbol puede convertirse en un ballet. Quienes las han probado aseguran que las botas calan como un guante, dejándo al futbolista la sensibilidad a flor de piel. Nada que ver con aquellos botones de correaje de los comienzos...
La marca, fundada en 1948 por Rudolf, Rudi, Dassler, el hermano de Adolf, Adi, Dassler, fundador, a su vez, de Adidas, se ha abierto camino en el mundo del deporte (es patrocinador, por ejemplo, de Usain Bolt, el hombre pájaro por su capacidad para volar...) y en el fútbol como uno de sus máximos exponentes. No en vano, hoy en día equipa al Borussia de Dortmund o al Newcastle inglés entre otros.
Ayer la firma presentó en sociedad en Bilbao una de sus últimas creaciones, unas botas estratosféricas coloreadasen negro, naranja y rosa. Lo hizo en Kirol Avenue y de la mano de quien fuera futbolista profesional, Marcos Alonso, ayer en el papel de speaker. Además de los dos leones embajadores de Errea, a la cita acudieron Aritz Aduriz, Andoni Iraola y Markel Susaeta, en representación de la primera plantilla del Athletic; Joseba Etxeberria, Gorka Alonso, Ana Piedra, María Álvarez, Fran Rodríguez, Jon Basurto y un buen número de seguidores de la firma alemana y de la práctica deportiva. Todos ellos disfrutaron de un mediodía intenso en el que se habló del último grito de un animal salvaje, una tendencia que sigue las corrientes actuales: hacerse visible a muchos metros de distancia.