L O de ayer fue un akelarre de lo más quedón; un congreso de hechiceros de magia blanca, de sorgiñas guapas y de lamias que paseaban con chulería sus pies de pato por el corazón de Sabin Etxea. Un año más, burukides, cargos públicos y simpatizantes del PNV se metieron de lleno en la fiesta de Carnaval organizada por la comparsa Gogorregi y que este año ha reproducido un encuentro internacional de magia y brujería. La sede del PNV se transformó ayer en un Zugarramurdi en plena villa, en un encuentro de magos y brujitas que aparcaron las sobrias maneras de la alta política para sumirse en las brumas de los misteriosos hayedos, en brebajes burbujeantes de buenos augurios y en ungüentos sanadores de musgo de roble sagrado y centenario...

El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, ataviado de mago Merlín, orquestó el akelarre junto con la responsable de Educación y Cultura del EBB, Lorea Bilbao, que se metió en la piel de la mismísima Anbotoko Mari. "Aunque hay quienes pensaban que en las máximas alturas no hay lugar para el humor, también en este difícil 2013 acudimos a nuestra cita", afirmó Ortuzar-Merlín. Así, Ortuzar y Bilbao, junto con la pitonisa Mireia Zarate, y demás seres mágicos, se esmeraron por elaborar un conjuro y una pócima contra la crisis económica, contra los malos rollos y contra los espíritus oscuros, malotes y oportunistas que hoy en día abundan, los muy puñeteros. "¡Traemos para todos la pócima jeltzale, la bebida mágica del aber-tzale, que está que se sale!", exclamaban ante el caldero humeante de insólitos colores. "Es un conjuro para acabar con la crisis y el desempleo, para traer la paz y la libertad a este pueblo", destacó el mago Ortuzar, que lucía una larga melena blanca.

A esta fiesta akelarre acudieron entre otros los parlamentarios Iñigo Iturrate, Amaia Arregi, Jon Aiartza, Ana Otadui y Leixuri Arrizabalaga, la senadora Ruth Martínez y la viceconsejera de Turismo, Itziar Epalza. Tampoco faltaron Itziar Urtasun o el director foral Xabier Legarreta, que iba perfectamente ataviado a modo de brujo con unas inquietantes lentillas blanquecinas. La diputada Isabel Sánchez Robles llegó con un curradísimo atuendo de bruja, pelucón morado incluído, y la portavoz vizcaina en la Asamblea Nacional del PNV, Itxaso Atutxa, que participó en la coordinación del acto carnavalero, se transformó en una elegante sorgiña. De Juntas Generales estaban Nerea Ahedo y María Presa, y no se perdió el akelarre Antón Taramona de la Asamblea Nacional, ni Gotzon Bilbao del BBB. También acudió la presidenta de Eudel, Ibone Bengoetxea y allí estaban Alberto Ruiz de Azua, Iñigo Bezares y Marta Ferreras Rial. Y no faltaron Joserra Plaza, Txus Gutierrez, Iñigo Camino y Aitziber Oliban.

Ironía, humor y alusiones a situaciones, personajes y personajillos del panorama político no faltaron en los siete pasos que conformaron este conjuro jeltzale, que concluyó con un muy buen consejo de Lorea Bilbao, la dama de Anboto: "Abrakadabra, ondo pasa eta gutxi gasta!". Una buena directriz a seguir en estos malditos tiempos de crisis...

A la cita no faltó un ejército de jovencísimos sorgintxus que irrumpieron a ritmo de kalejira y trikitixa, como mandan los cánones en todo akelarre que se precie. Eran los Gaztetxos, más de un centenar de brujitas y magos que llegaron con sus monitores desde municipios como Bilbao, Santurtzi, Derio, Lezama, Zamudio...

Entre los muchos asistentes a la fiesta estaban Tatiana Muñoz, Unai Andraka, Eneko Bilbao, Diana González, Ana López Asensio, Aitzol Gerenabarrena, Elías Urkixo, Iban García Arondo, Iñigo Oleaga, Eukene Galarraga, Ane Galarraga, Cristina Martín, Aimar Rico, Guillermo Pérez, Miren Pradas, Aintzane Pradas y Teresa Torre.

Allí quedaron, embrujados por la noche bilbaina y el Carnaval liberador. Son magos y sorgiñas que en realidad tienen muy claro que para vencer a la oscura crisis solo hay una fórmula que nada tiene de mágica. Y es que, a falta de un milagro, toca currar. En firme. Y en ello están.