Galdakao

Buscar los cencerros que ha perdido un zanpatzar, el paraguas de Celedón o varias Marijaias sin moverse de casa ya es posible. El culpable de este nuevo entretenimiento a la vasca es el cuentacuentos, escritor de libros como Katxin o Lamia eta Basajaun, y asiduo a la azoka de Durango, Antton Irusta. La forma de hacerlo es mediante el libro Busca en las tradiciones vascas. Todo un ¿Dónde está Wally? pero en versión euskaldun y para niños. Emulando al ideario del turista del polo rojo y blanco que en los años ochenta coló sus grandes gafas en millones de hogares, el autor de Usansolo anima a sus lectores a encontrar objetos fuera de lugar en las ilustraciones que propone en su nuevo cuento. Pelotas de tenis en medio de un frontón, vacas y bueyes que se escapan de la plaza donde se celebran los herri kirolak, la isla de Izaro en medio de la bahía de La Concha... Todo es posible gracias a la imaginación de Irusta.

"La editorial Susaeta ha hecho una apuesta importante por el mundo de la literatura infantil y juvenil. En ella se enmarca este libro, rebosante de tradiciones vascas", explica el autor. Y es que el libro busca no solo el divertimento de los más pequeños sino su aprendizaje. Por ello, cada lámina del libro explica con colores y texto el abecé de la cultura tradicional y sus orígenes contada para niños de entre 5 y 12 años. "A los más pequeños igual les tienen que leer aita y ama, pero se lo van a pasar muy bien con los dibujos", recomienda Irusta.

Con esta publicación, Irusta cambia de registro. Aunque continúa escribiendo para niños, el escrito no busca únicamente el entretenimiento que proporciona la lectura. "Quiero que los niños conozcan dónde viven y además se diviertan haciéndolo", dice. El coste del libro -4,95 euros- "ayuda a que pueda ser comprado y regalado", anima.

Esta nueva modalidad llega en un momento en el que la crisis alcanza también la venta de libros en euskera. Una situación en la que el autor ve una luz. "Quizá la gente ahora en vez de gastarse 50 o 60 euros en un juguete carísimo vuelva a los libros. Además, muchas veces ese regalo compadro gusta mucho el primer día y luego se olvida en un armario; mientras que un libro se tarda más tiempo en descubrir", elucubra.

Con esta publicación aprenderán que en el levantamiento de piedra se utilizan piezas de cuatro formas diferentes: cilíndrica, rectangular, cúbica y redonda, o que los pesos de las mismas varía, o que el récord de levantamiento está en 329 kilos conseguido por Mieltxo Saralegi. Siguiendo con los deportes, los niños también se asombrarán con que las mujeres también practican deportes muy duros, como las regatas, consistentes en recorrer una distancia variable. Para meterse más en la historia, los chavales deberán encontrar el remo que ha perdido una de las intrépidas remeras, así como siete piedras redondas que han huido esparciéndose por toda la plaza para disgusto de los harrijaso-tzailes.

"Hemos pretendido crear un libro didáctico, que los peques aprendan algo sobre deporte, cultura o gastronomía. Que vayan a un restaurante y que sepan qué es cada cosa", explica Irusta. Para ello, una de las láminas propuestas incluye explicaciones sobre las alubias de Tolosa y de Gernika, unas negras y otras de color rojo oscuro, a las que les faltan cuatro morcillas que habrá que encontrar. Estas se esconden entre láminas de bacalao al pilpil, queso de oveja, goxuas y perretxikos repartidos por un gran mostrador en el que ama enseña a cocinar a sus niños, repletos de harina.

El rincón del vino

En busca de la kupela perdida en el ancho mar de viñedos

Para pasar el trago, nada mejor que un buen Rioja, el txakoli de la costa y la sidra que, al grito de txotx anuncia el inicio de la temporada de este caldo de manzana. Entre un particular viñedo, se esconden barricas de madera, botellas de vino blanco y hasta kupelas de sidra a punto de perderse para siempre bajo los rigores de Lorenzo. Y para bajar tan calórico menú, nada mejor que poner a los más pequeños a hacer surf. Y es que para Antton Irusta, este deporte es ya uno de las disciplinas que, por antigüedad, condiciones y seguidores se ha ganado su lámina en el libro de las tradiciones vascas.

"Euskadi cuenta con numerosas playas ideales para la práctica del surf. En la costa de Gipuzkoa y Bizkaia se pueden encontrar olas perfectas tanto para principiantes como para expertos en este deporte", afirma el libro que además detalla modalidades como la del tow-in surfing -técnica que se ayuda de un vehículo de motor para permitir al surfista coger olas en movimiento más rápido que remando con las manos-. Mundaka, Laida... playas de arena con grandes olas en las que emergen un delfín y varias tablas extraviadas que habrá que devolver a sus despistados propietarios.

Volviendo a tierra adentro, la publicación propone un viaje por el mundo del corte de troncos, una de las practicas deportivas más arraigadas en Euskadi. "La abrupta geografía y el clima templado y húmedo hacen propicio el desarrollo de frondosos bosques, de ahí la popularidad de este deporte", reza el libro que señala a Korta, Arria o Mindeguia como unos de los aizkolaris de más tirón. Aunque rudos y armados con hachas, algunos han dedicado tiempo a tallar figuras de madera a buscar por los txikis.

Puppy se muda a Donostia

Los niños aprenden las rutas turísticas buscando la mascota del Guggenheim

Las 29 páginas del libro también dan para irse de vacaciones sin recorrer mucha distancia. No en vano, a golpe de vista, los lectores podrán visitar el Museo Guggenheim Bilbao, la playa de La Concha, el parque natural de Gorbea y las islas de Aketxe, Izaro o Villano. Para que los niños puedan convertirse en grandes guías turísticos, el libro les narra la ruta de la parte vieja de Donostia, desde el Boulevard, hacia la plaza de la Constitución, la iglesia de San Vicente y el museo de San Telmo.

Buscando siete flotadores huidos de los bañistas de la playa, cada céntimo de arena deberá ser auscultado para buscar a uno de los personajes más ilustres de la capital vizcaina, Puppy, la mascota del Guggenheim que, tras quince años cuidando de la pinacoteca de Frank Ghery ha decidido darse un chapuzón en aguas donostiarras.

35 libros

De la imaginación de Irusta ha salido toda una biblioteca que no se agota

La bertsolari Maialen Lujanbio, los talos, los cantos de Santa Águeda, las hogueras de San Juan y los cordones de San Blas, son algunos de los ingredientes extra con que se adereza el libro, el número 35 en la extensa carrera del de Usansolo. "Los escribo en julio y agosto, cuando libro. Durante el año voy almacenando ideas y en vacaciones me pongo a ello", reconoce el que también es profesor de segundo de Bachiller donde imparte materias como Euskera, Inglés o Literatura Universal. Entre los libros preferidos salidos de su puño y letra, además del comentado, está Munduari itzulia 18 ipuinetan (La vuelta al mundo en 18 cuentos), en el que narra la historia de los cinco continentes mediante leyendas propias de cada tierra.

En este lista de libros queridos destaca también una de sus últimas publicaciones que cuenta con ilustraciones de un galdakaotarra, Enrique Morente. Ambos forman un tándem que ya ha disfrutado de éxitos como los de la publicación de las agendas escolares de los niños de toda la comarca que forman los ríos Nerbioi e Ibaizabal.

Este nuevo libro, que ha visto la luz hace apenas tres meses, lleva por título Berakatz zopa (Sopa de ajo) y narra la historia de un soldado que llega a un pueblo y no tiene nada que comer. "Martintxo va preguntando por las casas y cada habitante le va contando algo sobre esta comida que antiguamente se servía en todas las casas. Al final, todo el pueblo acaba comiendo junto una buena sopa de ajo", resume Irusta.