Basauri. El Easy Gym de Arrigorriaga ha decidido poner punto y final a las sesiones nudistas que organizaba los fines de semana por falta de demanda. Este singular servicio llevaba un mes en funcionamiento, aunque tan solo se llevó a cabo el día de su inauguración, momento en el que sus responsables ya vieron que los clientes no respondían como se esperaba.

Los responsables de este establecimiento anunciaron en abril que abrirían sus puertas a personas naturistas los sábados y domingos a partir del día 17, en una iniciativa organizada en colaboración con la Asociación de Naturistas Vascos, ENE, organizadora entre otros eventos de una carrera nudista en la playa de Sopelana.

La iniciativa partió de una encuesta en internet en la que los responsables del gimnasio de Arrigorriaga pulsaban la opinión de los posibles clientes. "¿Acudirías a un gimnasio nudista en los alrededores de Bilbao?", preguntaban entonces. Nueve de cada diez de los más de 600 participantes que tomaron parte en el sondeo votaron de manera afirmativa.

Este éxito sumado a las ganas de los responsables del local de abrirse a nuevas posibilidades para superar la crisis, les llevó a convertirse en el primer gimnasio del Estado en ofrecer la posibilidad de practicar ejercicio sin chandal. Era además, una manera de abrir el fin de semana, que hasta esa fecha, se mantenía cerrado.

Lo tenían todo pensado. Incluso iban a regalar toallas especiales plastificadas en su parte posterior para evitar resbalones y mantener una correcta higiene.

Pero todo ha sido en balde y los gestores del centro se han quedado decepcionados. "Nos hemos quedado un poco de piedra con la falta de respuesta. Debe ser fácil hacer un clic en internet y apoyar la iniciativa, pero quizá este hecho no refleja la existencia de una demanda real", explica José Antonio Expósito, uno de los propietarios del local.

Ya la primera cita con el naturismo en el gimnasio sembró las dudas entre el personal. Entonces, tan solo cuatro usuarios utilizaron unas instalaciones en las que incluso habían sido proyectadas clases de pilates o aeróbic dependiendo de la demanda y los gustos de la nueva clientela. Tras este flojo arranque, las sesiones no volvieron a levantar la persiana, pues ningún cliente se interesó por ellas.