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Impulso a la economía de Lea Artibai

La cooperativa Eika de Etxebarria recibirá el DEIA Hemendik Sustapen Ekonomikoa Saria

Impulso a la economía de Lea ArtibaiFoto: DEIA

CONSTRUIR un negocio competitivo en el sector de la cocción eléctrica apoyándose en un buen equipo humano es la principal misión de Eika desde que en 1973 pusiera en marcha la empresa cooperativa con cerca de 80 trabajadores. Su crecimiento le ha convertido en una de las sociedades más importantes de Lea Artibai, con más de 550 empleados en la planta de Etxebarria, y aportando beneficios para la comarca. Ello le ha valido para ser merecedor del premio Sustapen Ekonomikoa que DEIA y Hemendik otorgan por tercer año. Iñaki Durañona, presidente de la cooperativa desde hace cuatro años, recogerá el galardón en la gala que se celebrará el día 9 en la ermita de Arretxinaga de Markina-Xemein a las ocho de la tarde.

Considera que recibir este galardón es "halagador, ya que refleja que hay algunas cosas que estamos haciendo bien". Y, al mismo tiempo, recuerda su reciente distinción de Bikain de oro, por la implantación de planes de euskera. "Estos reconocimientos son un acicate para motivar a los trabajadores", añade.

Eika fue una de las primeras empresas en implantarse en esta zona de Etxebarria, tras realizar un estudio sobre Markina-Xemein y su entorno. "En aquella época la situación no era muy boyante económicamente, pero el tema estaba en ubicar alguna empresa industrial en la zona de Lea Artibai, y como había sitio para instalarnos aquí, se eligió Etxebarria", recuerda.

Los comienzos de la actividad también trajeron como novedad el gran número de empleos femeninos que generó. De esta forma se cubría la necesidad de mano de obra muy intensiva y que pudiera manipular piezas pequeñas, una labor que las mujeres realizaban con más facilidad. "Era algo muy novedoso en la época y un número importante de la plantilla estuvo conformado por mujeres", indica Durañona, que también ocupa el puesto de director financiero.

La fabricación de placas eléctricas y resistencias para hornos fue la actividad principal de Eika en su nacimiento, a comienzos de los años 70. Pero en estos casi cuarenta años este ámbito ha vivido muchas e importantes innovaciones tecnológicas, a las que ha sabido adaptarse de manera inmejorable la cooperativa etxebarriatarra, que además de asentarse, ha seguido creciendo.

Desde los 80 empleados iniciales, ha alcanzado los 550 en la planta de Etxebarria y ha abierto delegaciones en la República Checa, México y Polonia, con 80, 300 y 60 empleados respectivamente. "Desde 2001 hubo una estrategia de internacionalización y hemos llegado a tener más empleados, pero el mercado ha caído un poco", explica el presidente de la cooperativa.

Una vez abandonada la creación de placas eléctricas -"deslocalizamos el trabajo a Chequia, pero aún así no era rentable y lo dejamos hace un año y medio"-, la actividad de la empresa se centra ahora en la construcción de focos radiantes, controles touch para vitrocerámicas y termostatos eléctricos, entre otros. La internacionalización de las actividades, la innovación, el crecimiento rentable, la gestión empresarial avanzada y el protagonismo de las personas son los pilares en los que se sustenta el buen hacer de Eika, ahora parte integrante de la Corporación Mondragón.

beneficio social

Riqueza para la comarca

Pero el beneficio que Eika reporta a la comarca de Lea Artibai no se limita a los salarios de los trabajadores de la empresa, ya que se extiende también a los empleos indirectos que origina -en forma de proveedores-, además del beneficio social que reporta -bien por las aportaciones que realiza a diferentes asociaciones y entidades, bien por el movimiento que genera en otros sectores-.

Como cooperativa de trabajadores, Eika destina parte de sus beneficios a otras labores con valor social. "La política de reparto de los fondos sociales es casi de exclusivo uso para organizaciones de la comarca", recalca Durañona. Aunque la situación económica global haya afectado a sus beneficios y, por consiguiente, a estas aportaciones, ahora que la situación ha mejorado éstas volverán a ser destacadas.

"Entre otras actividades, los empleamos para la promoción de empresas a través de la Fundación Azaro, o para la escuela laboral de Markina-Xemein. Tratamos de impulsar este tipo de organizaciones creadas para el fomento del empleo". De la misma manera, grupos culturales de toda índole, desde ikastolas hasta coros u organizaciones deportivas, por mencionar algunas, también se benefician de las ayudas que reparte Eika entre las asociaciones de la comarca.

Completamente integrado en el tejido social de Lea Artibai, Eika es también uno de los precursores en Euskadi en la realización de planes de euskera en las empresas. "Hicimos de conejillo de indias para Euskalit a la hora de crear un sistema de auditorías en las empresas", explica Durañona.

Tras obtener la distinción Bikain de bronce hace dos años, y la de plata en 2009, hace dos semanas logró la máxima distinción, el Bikain de Oro, siendo una de las pocas empresas industriales con un plan de euskara. Eika es, pues, un ejemplo, tanto desde el punto de vista empresarial, como de integración y creación de riqueza para sus vecinos, que bien merece la distinción de promoción económica.