Síguenos en redes sociales:

Santi Herrero, en la memoria

Lutxana recordó ayer al piloto de motos que corrió con Lube en el 40 aniversario de su muerte

Santi Herrero, en la memoria

Barakaldo

EL 6 de junio de 1970 Santi Herrero tenía una cita con la gloria. Tras ganar el gran premio de Yugoslavia, aspiraba a ser el primer piloto español en conquistar el Tourist Trophy, una dura prueba que se corría en la Isla de Man, un territorio situado en el mar de Irlanda. El año anterior se había quedado con la miel en los labios y salió a por todas para coronarse campeón. Pero la desgracia le golpeó brutalmente. Al llegar a la fatídica milla trece, sufrió una aparatosa caída. Dos días después, con tan sólo 28 años, falleció. El mundo del motor, y Barakaldo en particular -donde residió durante gran parte de su vida- quedaron conmocionados al conocer la triste noticia.

Cuatro décadas después de su marcha, su recuerdo aún permanece imborrable en la memoria de muchos vecinos de la localidad fabril, especialmente en Lutxana, un barrio al que estuvo vinculado durante cinco años como piloto de la marca de motocicletas Lube. Así quedó patente durante la celebración del primer memorial Santi Herrero que organizó ayer la Sociedad Motociclista Lube. Un sentido acto al que acudieron alrededor de un centenar de moteros, llegados desde diferentes puntos de Euskadi y del Estado -Girona, Barcelona, Sevilla y Valencia-, y muchos ciudadanos que, por unas horas, volvieron a recordar sus gestas.

Aunque muchos creen que nació en Bilbao, Santi Herrero vino al mundo en Madrid. Con sólo 12 años, comenzó a trabajar en un taller de Vallecas, donde germinó su pasión por las motos y la velocidad. Con 16, comenzó a disputar sus primeras carreras a los mandos de una Derbi, hasta que, en 1961, el dueño de la fábrica Lube se fijó en aquel chaval desgarbado que comenzaba a reclamar la atención en el mundo del motociclismo y lo fichó para el departamento de carreras.

"Era un fenómeno que llevaba el motociclismo en la sangre", recordaba ayer Felipe Ampudia, un antiguo trabajador de Lube que conoció a Herrero. Con la firma baracaldesa comenzó a cosechar los primeros éxitos de su carrera. Así, consiguió el tercer puesto en el Campeonato de España en 1964 y el subcampeonato en 1965. Sin embargo, tuvo que pasarse a la compañía Ossa para coronarse campeón del Estado en la categoría de 150 centímetros cúbicos. "Una de sus grandes virtudes es que siempre consiguió estar entre los mejores a pesar de correr en inferioridad de condiciones, ya que los rivales tenían mejores motos", señalaba José María Ruiz, contrincante de Herrero que se acercó a Barakaldo desde Miranda de Ebro para asistir al memorial.

Quienes le conocieron apuntaban ayer que elrubio de Lutxana, como fue bautizado en el barrio, apuntaba maneras para alzarse con el título europeo y mundial, pero su nerviosismo cuando estaba en plena carrera a menudo le jugaba grandes pasadas. "Era demasiado atrevido", indicaba Fernando Fernández, mecánico de la casa Lube. "Le gustaba correr más de la cuenta y por eso tuvo varias caídas a lo largo de su carrera", añadía Ampudia. Su agresividad le sirvió al menos para que la marca de neumáticos Dunlop le contratara para probar la adherencia de las gomas que fabricaba "porque era el piloto que más se tumbaba en las curvas", rememoraba Ruiz, cuyo hijo guarda en el salón de casa una de las motos de Santi Herrera.

campeón del mundo Agustín Heredia, alias Bejarano, cree que de no haber tenido aquel accidente "es posible que hubiera sido el primer español campeón del mundo". Pero Herrera quería tener en su casa el trofeo de la Tourist Trophy. "Ganar esa carrera fue su obsesión", recordaba ayer este miembro de la Sociedad Motociclista Lube.

Tras reunirse en Lutxana, los asistentes al memorial se dirigieron al cementerio de Derio donde realizaron una ofrenda floral y colocaron una placa en su tumba. La exposición de una moto Lube con la que Santi Herrero participó en algunas carreras fue una de las principales atracciones del homenaje. Su propietario, José Antonio López, explicó que la localizó a través de un antiguo comercial de la compañía que la encontró en Barcelona. "No sólo arranca, sino que hace pocas semanas la estuve probando y tira muy bien", comentó orgulloso.

Jesús García, presidente de la entidad organizadora, se mostró satisfecho con la respuesta popular y recordó que a lo largo de la mañana los asistentes plasmaron sus impresiones sobre Herrero en un libro de firmas "que vamos a hacer rodar por un montón de sitios para que pueda llegar a mucha gente".