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La Policía desaloja el último gaztetxe de Barakaldo

El centro Makala, en el barrio de San Vicente, estaba ocupado hacía más de dos años

barakaldo. La Policía Local de Barakaldo desalojó ayer el último gaztetxe que se mantenía activo en la localidad fabril y que se encontraba situado en una lonja de la calle Errekatxu, en el barrio de San Vicente. El cierre de Makala Gaztetxea se produjo a primera hora de la mañana en medio de un amplio despliegue policial en el que participaron también varias patrullas de la Ertzaintza con material antidisturbios. Varias personas que se encontraban al frente del local fueron identificadas, aunque no se produjo ninguna detención.

El desalojo del centro comenzó a las ocho de la mañana. Según explicó un grupo de jóvenes, los policías emplearon una maza para romper la cristalera y acceder al interior del centro. Al parecer, los usuarios del gaztetxe eran conscientes de que podía llegar a producirse esta situación. De hecho, aseguraron que "hace un mes" el Ayuntamiento les envió una carta "advirtiéndonos de que si en cinco días no nos íbamos, nos iban a echar forzosamente", explicó una joven.

Desde entonces, "todas las mañanas pasábamos por delante para comprobar si estaban" cerrando el centro autogestionado. Ayer, nada más ver la actuación policial, dieron la voz de alarma por el barrio y en pocos minutos una treintena de personas se juntaban en las inmediaciones. Algunos de ellos, ayudaron a sacar los enseres más valiosos que había en el interior, como equipos de música, antes de que una cuadrilla de operarios comenzara a tapiar los dos accesos al local. Agentes de la Ertzaintza, mientras tanto, les instaron a dispersarse bajo la amenaza de abrirles un expediente por estar concentrados sin los permisos necesarios.

Vía administrativa Los jóvenes se mostraron "sorprendidos" por que el desalojo, lejos de llevarse a cabo por una orden judicial, "como suele ser habitual", se ha ejecutado vía administrativa. "El local era de un vecino pero no ha puesto ninguna denuncia. Ha sido el Ayuntamiento el que ha advertido de que si no cumplíamos una serie de requisitos similares a los que se exige a un bar, lo cerraba", indicó otro miembro habitual del centro.

La ocupación del gaztetxe Makala se produjo hace algo más de dos años, tras el desalojo de otro centro que hubo anteriormente en la zona de pabellones industriales de Beurko. A lo largo del tiempo que ha permanecido abierto, el grupo de personas que ha estado al frente de su gestión ha organizado numerosas actividades que han ayudado a dinamizar la vida cultural del barrio de San Vicente como conciertos de cantautores, danzas y diversos talleres.

Tras el desalojo, la organización juvenil de Eusko Alkartasuna, Gazte Abertzaleak, mostró en un comunicado su "rechazo" al cierre del gaztetxe y censuró que las autoridades locales de Barakaldo hayan tomado la decisión de clausurar este centro "mientras no se ofrecen alternativas a los jóvenes".

"El PSE se ha aliado con aquellos que buscan uniformizar y homogeneizar a la juventud para acallarla, que no proteste y no les genere lo que ellos consideran problemas. Frente a esta actitud, desde Gazte Abertzaleak apostamos por una juventud activa, comprometida, plural y solidaria que sea capaz de ser crítica y autocrítica con la sociedad" subrayó también la organización independentista ligada a la formación política. El Consistorio fabril no realizó ninguna declaración respecto a la clausura de este conocido local.